AC
As Chianese
•En un París nocturno y subterráneo, entre música tecno y combates clandestinos de perros, se desarrolla la historia personal de Antoine (Guillaume Canet, ya apreciado en "Vidocq" y "The Beach"), un joven squatter guapo pero indigente, dedicado a la vida nocturna y al alcohol. Será precisamente su deseo de buscar el secreto de la vida en cada burbuja de champán lo que lo meterá en problemas: de hecho, haciéndose pasar por un amigo del misterioso y sombrío Jordan (Gérard Lanvin, "El Gusto de los Otros"), entra en una fiesta privada y pronto se encuentra frente a una horda de vampiros... Antoine es catapultado a una dimensión aterradora donde la bella Violaine (una Asia Argento más oscura que nunca), hermana de Jordan, parece ser el único apoyo para no hundirse en el horror... El debut de Antoine De Caunes detrás de la cámara está todo en la señal del horror con toques negros. Basado en la novela homónima de Tonino Benacquista, "Love Bites" es un cóctel (el noir, la historia detectivesca) de géneros cuyo retrogusto lleva inevitablemente al horror con toques sobrenaturales y al enfrentamiento/encuentro entre los vampiros por vocación y los que lo son por elección, todo filmado en el clima más variado de demencia irreal que a veces cae en lo más involuntario de las parodias. A los buenos propósitos se oponen varias notas dolorosas, comenzando por un guión - firmado por Laurent Chalumeau - lleno de agujeros, tan abierto a mil interpretaciones como a disertaciones y errores de realización (De Caunes podría haber insertado tranquilamente cualquier cliché y cualquier género cinematográfico) filmado con la prisa y el ímpetu del neófito. La película convence poco y en algunos tramos es comparable a una película de acción donde sin embargo el límite entre lo serio y lo caricaturesco es lábil. El único papel apreciable (y no solo por amor patrio) es el de Asia Argento, perfectamente a gusto en el papel de la dama oscura con sus grandes dientes; la secuencia en la que se entrega a Antoine debería citar el "Drácula" de Coppola pero al final resulta bastante grotesca. Realmente poco se salva (seguramente la fotografía de Pierre Aim) de este frito mixto a la francesa que, a la estela de otras producciones (Vidocq, Nido de Avispas, El Pacto de los Lobos), demuestra más el opulento estado de salud del cine francés de género que su calidad artística.