Mr. Brooks backdrop
Mr. Brooks poster

MR. BROOKS

2007 US HMDB
mayo 31, 2007

Earl Brooks (Kevin Costner), un brillante hombre de negocios que lleva una vida aparentemente tranquila, es en realidad un asesino en serie. Brooks se esfuerza por reprimir sus instintos homicidas, pero su alter ego (William Hurt) se lo impide. Una dura y tenaz detective (Demi Moore) capta la atención del misterioso asesino al que persigue.

Directores

Bruce A. Evans

Reparto

Kevin Costner, Demi Moore, Dane Cook, William Hurt, Marg Helgenberger, Danielle Panabaker, Ruben Santiago-Hudson, Reiko Aylesworth, Matt Schulze, Yasmine Delawari
Thriller Crime

RESEÑAS (1)

RG

Roberto Giacomelli

Earl Brooks es el propietario de una fábrica de cajas; hombre adinerado, ciudadano honorable, padre y marido afectuoso. Pero Earl Brooks tiene un secreto que se llama Marshall, su segunda personalidad. Cuando Earl está en compañía de Marshall se dedica al asesinato, pues el Sr. Brooks es el "asesino de las huellas" inalcanzable al que el detective Atwood lleva dando caza más de 3 años. Hollywood está lleno de películas que cuentan historias de asesinos en serie, hubo un período en particular, a finales de los años 90 y principios del tercer milenio, en el que los imitadores del John Doe fincheriano habían invadido literalmente la pantalla, llegando a ese punto de no retorno en el que para contar un thriller de manera original había que mezclar las cartas del clásico "Diez negritos" con giros esquizofrénicos como hizo James Mangold con "Identidad". El director Bruce Evans ("Policía en vaqueros azules"), más conocido como guionista y productor ("Stand by Me"; "Starman"), intenta revitalizar el thriller con psicópata asesino y dirige "Mr. Brooks". Con los resultados ridículos en taquilla y las críticas feroces de la crítica estadounidense, se podría haber esperado lo mínimo de esta película, y aún más mirando al reparto de antiguas estrellas de Hollywood que en los últimos años han intentado recuperar visibilidad con thrillers sobrenaturales despreciables. Y sin embargo "Mr. Brooks" se revela una agradable sorpresa, un thriller anómalo y absorbente, casi original gracias al enfoque extraño con el que decide abordar el tema del asesino en serie. Aunque se trate de una historia coral en la que hay espacio para la investigación policial, la película está construida alrededor del personaje que da título a la obra, un protagonista loco y bien caracterizado, interpretado por un Kevin Costner en gran forma, aquí a la altura de uno de sus mejores papeles desde hace mucho tiempo. Para hacer de sparring (en todos los sentidos) del Mr. Brooks costneriano está su alter ego Marshall, quizás una de las ideas más afortunadas de toda la película, un William Hurt a la altura de un papel anómalo, una especie de diablillo tentador, conciencia distorsionada que supervisa y anima a Earl a cometer los asesinatos que lo han convertido en uno de los criminales más buscados de la ciudad. Pero la existencia de Mr. Brooks es bastante complicada y no solo por su esquizofrenia, pues las sospechas de un "mal hereditario" que se ha transmitido a su hija lo atormentan y los chantajes de su joven y irresponsable "aprendiz" el Sr. Smith lo meten constantemente en problemas. Lo que parece más felizmente equilibrado en el guion de Bruce Evans y Reynold Gideon es la construcción psicológica del personaje interpretado por Costner, presentado como un drogadicto, o más bien, convencido de serlo; pues aunque Earl Brooks no hace uso de estupefacientes, considera su "hobby" una verdadera adicción que intenta combatir con periodos forzados de abstinencia y sesiones de terapia de grupo (en las que se declara, obviamente, drogado). Marshall abre naturalmente continuas grietas en el equilibrio mental de Earl, representando una especie de grillo parlante asesino. Pero Brooks es tan feroz y loco como dulce y amoroso con sus seres queridos; fundamental es sobre todo su relación con su hija Jane (Danielle Panabaker), quizás destinada a seguir las huellas de la locura paterna, o al menos eso es lo que Earl se auto-convence tras las acusaciones de asesinato que caen sobre Jane. Convence menos en el guion de la película la considerable relevancia dada a las vicisitudes personales del detective Atwood (una Demi Moore no propiamente perfecta para el papel), a sus vicisitudes conyugales y a su caza paralela a un criminal evadido. Se trata de elementos funcionales a la historia de Mr. Brooks (aunque a veces insertados con evidente forzadura) pero que enriquecen de manera negativa la trama, cargando de subtramas la película y desviando a veces la atención del espectador del hilo principal, con repercusiones en la fluidez narrativa de la película misma. "Mr. Brooks" sigue siendo un producto de factura pregevolísima, seguramente superior a la media de los numerosos thrillers que periódicamente llegan de la meca cinematográfica estadounidense; incluso los amantes del splatter tendrán "carne" para sus dientes, pues la película no escatima en excesos inesperados de hemoglobina. Una película que habría merecido sin duda mayor fortuna y visibilidad.