MC
Marco Castellini
•Jack Torrance, aspirante escritor, para encontrar la inspiración adecuada para su primer libro acepta trabajar como guardián en el Overlook Hotel, un lujoso y aislado hotel en las Montañas Rocosas, convencido de que el aislamiento y la tranquilidad del lugar favorecerán su vena creativa. El hotel, sin embargo, esconde un pasado misterioso: el guardián anterior había masacrado a su familia, sin motivo aparente, en un arrebato de locura homicida. Sin embargo, Jack no se deja intimidar por los pasados sucesos y se lleva a su familia (esposa e hijo de siete años), pero pronto se da cuenta de que las cosas no van como esperaba: no logra reanudar su trabajo y el aislamiento forzado lo pone nervioso. El hombre comienza a perder la razón, identificándose con el antiguo guardián y buscando así repetir sus hazañas... Kubrick se sumerge en el horror y, como era inevitable, deja una huella indeleble de su paso dirigiendo una obra emocionante, envolvente y aterradora al mismo tiempo. Una película oscura y claustrofóbica, donde todo gira en torno a la figura simbólica del laberinto (los pasillos del hotel, los dibujos de la tapicería, los senderos del jardín); una película hecha de señales ambiguas, donde el horror es tanto más profundo cuanto menos interpretable (locura, alucinación, posesión?). La obsesión del director por los mínimos detalles, motivada por la necesidad y la convicción de querer dirigir solo y siempre películas "formalmente perfectas", se denota desde las primeras secuencias (con la cámara que sigue, paso a paso, el automóvil entre las curvas de las montañas) y añade aún más encanto e interés a la película. Muchas secuencias han entrado de pleno derecho en la historia del género y han condicionado decenas y decenas de películas de terror posteriores; solo para citar un par: el rostro de un Jack Nicholson poseído que aterroriza a Shelley Duvall saliendo de la puerta recién destruida a golpes de hacha, o la ola de sangre que invade los pasillos del Overlook Hotel. No menos importantes para el éxito de la película son las magistrales interpretaciones de los protagonistas: como se ha dicho, Nicholson sobre todo, con sus sonrisas y expresiones, logra por sí solo crear un estado de ansiedad y terror en el espectador, pero perfectos, en sus respectivos papeles, también Shelley Duvall (la esposa) y el pequeño Danny Lloyd. Una última curiosidad: la historia está basada en la espléndida novela homónima de Stephen King, pero este último se ha quejado del hecho de que Kubrick se haya "tomado demasiadas libertades" en la adaptación de su novela y haya así en parte traicionado el espíritu de su obra. Difícil, en este caso, estar de acuerdo con el gran novelista americano.