SOPHIA

La adolescente Sophia, herida por una relación amorosa que está terminando, decide refugiarse en la lectura. Al ir a la biblioteca para recoger materiales para una tarea escolar, la chica encuentra un libro sobre las leyendas populares del Tesino y queda cautivada. Mientras prosigue con la lectura, sus compañeros de escuela comienzan a morir en circunstancias misteriosas, comenzando por su exnovio, y parece que las frecuentes muertes están de alguna manera conectadas con las leyendas recogidas en ese texto. Sophia es un nombre común de persona, pero también el término griego con el que se indica la sabiduría, el conocimiento, convenientemente antropomorfizado por la mitología helénica en la figura de una diosa vinculada precisamente al concepto del saber. Es fácil, pues, encontrar el paralelismo que el joven director pugliese Stefano Simone establece entre los elementos de su película y la tradición clásica, vinculando el nombre de su protagonista con su función en la historia: adquirir conocimiento. Pero Simone parece querer decirnos que la sabiduría es el arma más poderosa, extremando y modificando el dicho según el cual la palabra hiere más que la espada. Y de hecho, la muy joven Sophia adquiere un "poder" particular, el de usar a su antojo la lectura y la "literatura" como agente de muerte para ajustar sus cuentas. Si en un primer momento la facultad de la chica se manifiesta inconscientemente y golpea precisamente a quien la ha herido (el chico que la ha traicionado), luego emerge en Sophia una maldad latente que desata su lado sádico, amplificado por el final que nos sugiere una toma de conciencia del poder y una expansión de su acción mortífera. El punto fuerte de "Sophia", pausa en el "corto" de Stefano Simone después de los largometrajes "Una vita nel mistero", "UnFacebook" y justo antes de "Weekend tra amici", reside precisamente en el sujeto y en la manera en que se desarrolla el guion de Teresa La Scala. Si por un lado se nota cierta ingenuidad en los diálogos, sobre todo aquellos destinados a informar a los espectadores de los eventos, por otro no se puede más que apreciar la manera en que se han gestionado los tiempos y los elementos narrativos, dando así al cortometraje un sentido de completitud y al mismo tiempo una amplitud narrativa que difícilmente se logran encontrar en obras que quieren contar en pocos minutos una historia bastante compleja. Si las músicas del fiel Luca Auriemma son sin duda acertadas, la fotografía de Antonio Universi no convence, los contrastes están demasiado acentuados, con escenas oscuras demasiado oscuras y blancos "quemados" que a veces molestan casi la visión. La misma fotografía, unida también a un trabajo de maquillaje que quizá no se ha hecho, tiende a resaltar la lucidez de la piel y las imperfecciones de los rostros (¡como el acné!) de los protagonistas, creando un efecto extraño no demasiado agradable. El reparto está formado casi en su totalidad por jóvenes, con la protagonista Barbara Vescovi que se defiende muy bien y los secundarios que a menudo muestran su inexperiencia. "Sophia" se rodó en el Cantón del Tesino, en particular en Acquarossa, con la colaboración de la escuela local, y en el Valle de Blenio. De hecho, Simone quiere valorizar el hermoso territorio con frecuentes panorámicas de las montañas y los valles bañados por el río Brenno, que dan a la historia narrada un particular y original encanto. Nota redondeada por exceso.