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Roberto Giacomelli
•David Harris es uno de los muchos nombres de un asesino en serie que gana la confianza de jóvenes madres solteras y se cuela en su familia haciéndose casar, para luego exterminar a todos sus miembros. David acaba de conocer a Susan Harding, una mujer recién divorciada de un marido violento y con dos niños a cargo más un hijo poco más que adolescente con problemas de comportamiento. Susan inicia una relación con David y deciden casarse. Después del matrimonio, Michael, el hijo mayor de Susan, regresa del reformatorio y desde el principio mira con sospecha a David. Cuando la señora Cutter, vecina de Susan, comienza a insinuar que David se parece mucho al asesino de familias, Michael empieza a convencerse de que su padrastro es realmente el muy buscado asesino en serie.
Un asesino en serie obsesionado con la familia. Este fue el simple pero efectivo punto de partida del que el guionista Donald Westlake extrajo el guión de "The Stepfather – Il Patrigno", un thriller de los años 80 (1987, para ser exactos) que con el tiempo se ha ganado un nombre de culto y ha generado dos secuelas. Hoy, los de Screen Gems han decidido hacer un remake y han encargado el proyecto a la premiada pareja Nelson McCormick (dirección) y J.S. Cardone (guion), ya responsables de "Prom Night – Che la fine abbia inizio", un remake discutible de "Non entrate in quella casa".
Vistos los trabajos anteriores de los nombres involucrados (además del remake de "Prom Night" hay mucha televisión para McCormick y "The Covenant" y "Desert Vampires" para Cardone), no había mucho que esperar y, de hecho, las expectativas no se ven defraudadas, ya que "Il segreto di David" es realmente poca cosa, una de esas peliculitas de primera hora televisiva que se olvidan con la misma facilidad con que lo haría un enfermo de Alzheimer.
Digamos que el nuevo "Patrigno" es bastante fiel al anterior, aunque lo traiciona en algunos elementos como el sexo del hijastro (allí era una chica, aquí es chico) y la eliminación de la subtrama del hombre que persigue al asesino para vengarse. Probablemente, al hacerlo así, la película de McCormick gana en compacidad narrativa, pero al mismo tiempo pierde en ritmo y tensión. El mayor defecto de "Il segreto di David", de hecho, es precisamente un ritmo irregular, demasiado cercano al de una película de televisión (pero "Il segreto di David" no es una película de televisión). Tendremos, por lo tanto, una introducción fulminante que hace presagiar chispas – con la presentación del asesino que es sin duda la parte más inspirada de la película – pero que pronto se ve apagada por una fase preparatoria redundante en la que se pone el énfasis exclusivamente en la acumulación de sospechas por parte del hijo mayor hacia el padrastro. Un único gran bloque narrativo que ocupa gran parte de la duración de la película, demasiado escaso en acción y completamente carente de cualquier tipo de tensión, que se agota en un final estándar en el que todo adquiere un acelerón y durante una decena de minutos se intenta concentrar toda la carga de thriller hasta entonces siempre pospuesta.
Por su parte, Dylan Walsh (el Dr. McNamara de la serie de televisión "Nip/Tuck") ofrece una buena actuación en el papel del psicópata, una cara de bueno perfectamente adecuada a un temperamento de asesino sádico; desafortunadamente, sin embargo, su personaje pierde esa complejidad y esa manía que pertenecían al "Patrigno" original, asesino obsesionado con la "familia perfecta" y por lo tanto obligado a eliminar cualquier núcleo familiar que traicionara sus expectativas, que aquí se normaliza y se describe como un asesino que actúa casi por costumbre o por defensa. Sin duda, la inteligente reflexión sobre la disolución de la institución familiar y el consiguiente hundimiento del sueño americano (que sabemos que también se basa en la familia) está aquí aún presente y siempre de una actualidad punzante, aunque allí era coadyuvada por el patriotismo reaganiano y aquí por el buenismo obamiano. Al fin y al cabo, lo más interesante de las operaciones de remake cinematográfico reside precisamente en la diversidad con la que se logra elaborar un tema en tono con la situación socio-política de la época... y la mayoría de las veces nos damos cuenta de que, a pesar de que haya pasado tiempo, la visión de conjunto sobre la manera de pensar y actuar no ha cambiado mucho.
"Il segreto di David" no se esfuerza más de lo debido en querer reflexionar sobre las dinámicas de desintegración familiar en el siglo XXI, podría haberlo hecho pero no se planteó el problema, limitándose a copiar de ese compañero de clase más diligente que era la película de 1987. Se trata, por lo tanto, de un trabajito limpio y ordenado realizado con anonimato, un producto técnicamente cuidado pero carente de cualquier motivo para ser recordado.
El reparto, además del ya mencionado Walsh, incluye al mediocre Penn Badgley ("Il mio ragazzo è un bastardo"; "Gossip Girl") en el papel de Michael, el hijo protagonista; la hermosa Amber Heard ("All the Boys Love Mandy Lane"; "Never Back Down") en los papeles de la novia de Michael; Sela Ward ("Il fuggitivo"; "L'alba del giorno dopo") en las vestimentas de Susan, nueva esposa del asesino.
Si quieres un consejo, mira, o vuelve a mirar, el original "Il Patrigno" con Terry O'Quinn, el John Locke de "Lost", que sin duda proporciona un pasatiempo más cautivador e interesante que el remake enemigo.