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Claudio Casero
•A principios de los años 2000, la población mundial está a punto de ser diezmada por una epidemia de origen desconocido que transforma a gran parte de la población en muertos vivientes hambrientos de carne humana. Un grupo de periodistas ingleses decide documentar los eventos grabando tres películas: en la primera, "The outbreak", se conoce cómo el virus se propagó primero en las escuelas y cómo las fuerzas armadas se están equipando para combatir la epidemia. El segundo reportaje, titulado "The scavengers", narra la historia de una pareja que se aventura en la ciudad en busca de provisiones y se encuentra con algunos psicópatas definitivamente más peligrosos que los zombis. En la última parte, "The survivors", un grupo de supervivientes que habían encontrado refugio en una granja intenta sobrevivir al asalto de los muertos vivientes.
Llega el día en que dos directores novatos como Michael Bartlett y Kevin Gates, impulsados por su amor por George A. Romero y las películas rodadas con steady-cam, deciden rodar un documental de terror como "The zombie diaries" buscando sacar el máximo provecho de sus escasos recursos. El resultado es una película dividida en tres episodios que narran la evolución de una epidemia que, obviamente, no puede tener más que orígenes desconocidos. Tomando como referencia varias películas de Romero y películas como "28 días después", nuestros directores logran producir un trabajo irregular bajo todos los aspectos; los diversos personajes presentes en las tres "historias" son caracterizados de manera aceptable gracias a un guión que se puede definir más que suficiente, manteniendo así la atención del espectador.
Salpicado de efectos especiales de bajo costo pero de discreto impacto, la película, en algunos momentos, logra ser atractiva e interesante en todas sus partes. En varios momentos de la película se puede notar la escasa experiencia de los directores, especialmente en lo que respecta a las tomas en exteriores que resultan ser a menudo un poco demasiado desenfocadas y caracterizadas por numerosos y molestos ruidos de video presumiblemente debidos al uso de cámaras manuales. Por otro lado, podemos ver "The zombie diaries" como cine de la esencia, sin el uso de particularidades innecesarias o situaciones impactantes; nuestros directores van directamente al grano sin dejar demasiado a la imaginación, poniendo el énfasis principalmente en el aspecto psicológico de una situación como puede ser el fin del mundo humano. Nos encontramos, de hecho, frente a un grupo de personajes entre los que serpentea un pesimismo abismal que empeora exponencialmente con el progreso de la película, insinuando en el espectador una sensación de malestar y lo enfrenta a una reflexión decididamente interesante: ¿cómo puede comportarse el hombre si es repentinamente privado de todo lo que considera obvio e indispensable, como la familia, las amistades, la salud y el trabajo?
"The zombie diaries" es, por lo tanto, un trabajo interesante bajo varios aspectos, que sin embargo lucha por alcanzar la suficiencia debido principalmente a la falta de dirección y a las tomas que son demasiado a menudo mediocres y poco claras; la idea del documental de terror ha cansado y el público está dispuesto a aceptar solo obras maestras del género, y no es este el caso. La película se desliza bastante rápido durante los 80 minutos de su duración sin particularidades.
Película recomendada exclusivamente para los amantes del género.