FEED

El detective Philip Jackson, especializado en la búsqueda de criminales que operan en Internet y de sitios ilegales, se topa con un sitio de voyeurismo extremo en el que se exponen fotos de mujeres obesas. Jackson comienza así a investigar el mundo de los "feeders", una categoría de cultores de la "grasa" que intercambian fotos y comentarios sobre mujeres que se hacen alimentar voluntariamente hasta el exceso. El detective descubre entonces un sitio particular, cuyo administrador abre apuestas sobre la capacidad de "soportar" la alimentación de los cuerpos de las mujeres que está alimentando; obviamente, la capacidad de soportar coincide con la muerte de las mujeres. A pesar de muchas dificultades y de una implicación morbosa, Jackson intenta rastrear al asesino feeder y detenerlo. ¿Hasta qué punto el cuerpo humano puede soportar y ser violado? Y ¿hasta qué punto la mirada humana puede detenerse en la puesta en escena del asco y la perversión? Probablemente, estas son dos de las preguntas a las que el director Brett Leonard quiso encontrar una respuesta y "Feed" es el resultado. Datado de 2005 y distribuido en Italia en un número reducido de copias solo durante el verano de 2007, "Feed" se presenta como un thriller de estructura clásica, que pone en escena una caza al asesino llevada a cabo por un guardián de la ley. Si el esqueleto puede considerarse clásico, el material tratado y la puesta en escena no lo son en absoluto, y la intención principal del director parece ser la búsqueda del choque visual y emocional, así como un cierto placer por el exceso. El tema de la perversión sexual y del voyeurismo extremo se tratan con originalidad y competencia, concediendo también un pequeño paréntesis a la crítica social y a la construcción psicológica adecuada de los personajes. El submundo de la perversión que se esconde en la web está aquí dedicado al fenómeno del "feederismo", una práctica sadomasoquista extrema en la que el "amo" se llama "feeder" y tiene la tarea de alimentar hasta la transformación física completa a un "esclavo", aquí llamado "gainer". Entre el feeder y el gainer se establece una relación de dependencia mutua y satisfacción psíquica y sexual, que, en el caso narrado por Leonard, termina con la muerte del gainer. El analizado en "Feed" es naturalmente un episodio extremo que desemboca en el asesinato, pero se puede notar de todos modos, por parte de la víctima, un placer malsano y una completa sumisión a la situación, haciendo sufrir al espectador y haciéndole sentir empatía hacia la mujer-planta, pero al mismo tiempo distanciándose emocionalmente. La figura del feeder, interpretada por un buen Alex O'Loughlin ("Man-Thing"; "Invisible"), también autor del tema, está dibujada con un sentido explícito de la espectacularización: el espectador es morbosamente atraído por la figura ambigua del feeder y el guionista (Kieran Galvin) lo sabe, dotando al Michael Carter de O'Loughlin de una personalidad fuertemente carismática, con doble vida y pasado traumático. El policía cazador, interpretado por un no muy convincente Patrick Thompson ("Man-Thing"), también autor del tema, ha sido dotado de una personalidad igualmente ambigua: implicado morbosamente por el caso en el que está trabajando, el detective Jackson se muestra como una persona violenta y con hábitos sexuales anormales, sin alejarse demasiado de Carter. De hecho, la relación entre Carter y Deidre, su gainer, se describe como más amorosa y "delicada" en comparación con la relación sádica que Jackson mantiene con su mujer. Las dos mujeres-víctimas también son profundamente diferentes, porque Deidre (Gabby Millgate) es fiel (¡no podría ser de otra manera!) y completamente dedicada a su hombre, confiando tanto en él que se deja matar; Abbey (Rose Ashton), la mujer de Jackson, es, en cambio, fría, apática, infeliz e infiel, y orgullosa de sus hábitos sexuales que implican relaciones promiscuas y violentas. Leonard, en resumen, se divierte mezclando las cartas, tanto que el límite que separa el bien del mal es decididamente lábil. Se puede leer en "Feed" una crítica apenas velada al consumismo, porque el "consumption is evolution" proclamado, insertado en un contexto en el que consumir (comida) equivale a transformarse en una masa de carne flácida y casi informe, obligada a vivir entre sus propios excrementos y destinada al colapso cardíaco, no puede sino asumir connotaciones sarcásticas así como críticas hacia una sociedad que hace del consumismo de alimentos hipercalóricos una verdadera rutina. El australiano Leonard se ha ganado un pequeño espacio en el cine fanta-terror, realizando buenas películas de género con éxito alterno (entre las más famosas "El cortacésped"; "Premoniciones"; "Man-Thing"), pero probablemente realiza su película más exitosa precisamente con este "Feed", un thriller anómalo que sabe hacerse odiar debido a una serie de escenas decididamente "pesadas" que apuestan todo al asco más explícito, hecho de liposucciones, canibalismo, vómitos, heces y sexo desviado. No estamos ante una película imperdible, al contrario, se puede notar un guión fluctuante y una dirección que, para causar el choque, llega incluso a caer en lo grotesco y lo empalagoso, pero la originalidad y el gusto por el exceso hacen de "Feed" una película para ver al menos una vez. Prohibido a menores de 18 años.