MC
Marco Castellini
•En los almacenes del museo del Louvre se encuentra un sarcófago que contiene una momia egipcia de miles de años de antigüedad. Mientras algunos investigadores intentan comprender a quién pertenecía el cuerpo momificado y su procedencia exacta, en el museo comienzan a manifestarse extrañas apariciones y a ocurrir hechos inexplicables. Alguien o algo ha sido despertado de su sueño eterno y las consecuencias serán nefastas... Dada la crónica falta de ideas que permea el género de terror, pero no solo, era inevitable que alguien tuviera la idea de hacer una transposición cinematográfica de la bella serie de televisión en blanco y negro, con Juliette Gréco (que también aparece en esta nueva versión, en un breve cameo dentro del cementerio) que aterrorizó y apasionó a muchos espectadores a finales de los años sesenta. A pesar de una Sophie Marceau discreta y siempre fascinante en el papel de la protagonista, este "Belfagor" versión dos mil resulta una operación totalmente fallida. Suspendido entre lo serio y lo festivo (el director quería mezclar momentos de suspense con momentos "cómicos", pero el resultado fue desastroso), mal interpretado (con la excepción de la Marceau, como se dijo) la película se arrastra lentamente hasta el final, resultando irritante y aburrida al mismo tiempo. Fragmentado, inconcluso, repleto de personajes inútiles y molestos (uno por todos el guardián apasionado de la egiptología), con algunos diálogos al límite de lo demencial y efectos especiales que imitan a los vistos en los dos capítulos de "La Momia", "Belfagor - El Fantasma del Louvre" es uno de los peores horrores salidos en los últimos años. El director ni siquiera ha sido capaz de aprovechar al máximo un escenario fascinante y rico en atmósfera como el Louvre (la producción, de hecho, había obtenido el permiso para rodar la película dentro del famoso museo parisino) relegándolo a simple fondo de los eventos narrados. En definitiva, el consejo puede ser uno solo: evítenlo.