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Emiliano Ranzani
•En Londres del 2008, el detective Stone, acompañado por un joven colega, lleva a cabo una caza despiadada de un feroz asesino en serie que come los corazones de sus víctimas y traza símbolos y mensajes esotéricos con su sangre en la escena del crimen. Dotado de una atmósfera al estilo de "Blade Runner" (oscuridad reinante y lluvia torrencial), con algunos guiños a "Aliens" e incluso una "riverencia" a "Tiburón", esta película forma parte de esa serie de películas de fantasía-horror como las que se hacían a montones en los años 80 y a principios de los 90 ("Leviathan", "La Criatura de las Profundidades", "CHUD", etc.). La atmósfera gótica no está mal, y la historia tampoco lo estaría aunque a veces resulte un poco demasiado confusa y no dé muchas explicaciones (pero quizá era eso lo que se quería... bah). Los efectos especiales hacen su papel sin excesos, mientras que algunas escenas están bien logradas y ofrecen algunos momentos de buena (pero no excelente) tensión. En el papel del protagonista se reconoce al gran Rutger Hauer ("The Hitcher", pero sobre todo "Blade Runner"), lamentablemente atrapado en la producción de serie B. En definitiva, una película decente, sin infamia ni elogios. Quizás merecería medio cráneo más.