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HISTORIAS EXTRAORDINARIAS

Histoires extraordinaires

1968 FR HMDB
mayo 16, 1968

Tres directores trasladan a la pantalla tres relatos de Edgar Allan Poe sobre almas atormentadas por el sentimiento de culpa, la lujuria y la codicia: Federico Fellini rueda 'Toby Dammit'; Louis Malle, 'William Wilson'; y Roger Vadim, 'Metzengerstein'.

Directores

Federico Fellini, Roger Vadim, Louis Malle

Reparto

Brigitte Bardot, Alain Delon, Jane Fonda, Terence Stamp, Peter Fonda, James Robertson Justice, Salvo Randone, Françoise Prévost, Katia Christine, Philippe Lemaire
Dramma Horror Mistero

RESEÑAS (1)

RG

Roberto Giacomelli

Metzengerstein. La condesa de Metzengerstein, una mujer avariciosa y malcriada, mata accidentalmente al primo del que estaba enamorada. El remordimiento por la acción cometida la lleva al suicidio, pero de repente llega al castillo un caballo salvaje que parece tener una comprensión particular solo con la condesa. William Wilson. William Wilson, se distingue desde pequeño por su maldad y crueldad, pero un día llega al colegio un niño con el mismo nombre y el mismo aspecto físico que William. Convertido en un oficial del ejército alemán, William sigue siendo perseguido por la presencia de su doble que arruina todos sus proyectos. Toby Dammit. Un actor inglés con problemas de alcoholismo se dirige a Roma para rodar una película. Pero desde el aeropuerto comienza a tener alucinaciones, cuyo protagonista es una extraña niña que juega con una pelota. Película de episodios dirigida por tres grandes directores europeos, que se inspira en tres historias de Edgar Allan Poe. Los tres episodios no están unidos por ningún hilo conductor (a diferencia de la mayoría de este tipo de películas) y resultan bastante fieles a las obras de Poe, a excepción del episodio de Fellini, que, además de estar ambientado en la Roma del 67, altera también la trama, transformando toda la historia en un discurso metacinematográfico sobre la industria cultural de los géneros. Este episodio, basado en "Non si scommette la testa con il diavolo", tiene una gran fuerza visual, gracias sobre todo a la sugestiva fotografía de G. Rotunno, y logra hacer partícipe al espectador de la confusión y la inquietud que pueblan la mente del protagonista, pero desafortunadamente el argumento narrativo es demasiado débil y la trama parece casi un pretexto para un simple ejercicio de estilo y para una fácil crítica felliniana al cine popular (a Toby Dammit se le propone interpretar un papel en un western de temática religiosa, clara burla a los géneros más comerciales que Fellini siempre había evitado). El episodio dirigido por Roger Vadim, "Metzengerstein", está basado en el relato homónimo, pero resulta ser el más débil de los tres (al fin y al cabo, el relato del que está basado es uno de los menos inspirados del gran escritor estadounidense); se apoya en la presencia de Jane Fonda en el papel de la condesa y en los atractivos vestuarios que mezclan el estilo medieval con la moda de los años 60, pero por lo demás resulta bastante aburrido e inconcluso. El segundo episodio, "William Wilson", dirigido por Louis Malle, es quizás el más logrado, tanto por la fidelidad narrativa al relato homónimo de Poe como por la diligencia con la que ha sido realizado. La historia ambigua del tormento real o simplemente interior del protagonista (interpretado de manera óptima por Alain Delon) se representa al máximo y la reflexión sobre el doble se hace aquí a la vez inquietante y fascinante. En conclusión, "Tres pasos en el delirio" es una operación lograda solo en parte: de un proyecto que unía las historias de uno de los mayores exponentes del panorama del terror literario y tres grandes directores de fama internacional, se habría esperado sin duda algo más; en cambio, nos encontramos frente a tres mediometrajes que van desde lo mediocre (Metzengerstein) al buen producto (William Wilson), pasando por aquel del que se esperaba más pero que deja un sentido de incompletitud (Toby Dammit). Es evidente que toda la operación se ha realizado simplemente por encargo. Una oportunidad perdida. Curiosidad: en el episodio dirigido por Fellini aparece continuamente una niña rubia y vestida de blanco que juega con una pelota, una figura claramente tomada del personaje de Melissa Graps, la niña fantasma de la hermosa "Operación miedo" que Mario Bava había dirigido un año antes. Fellini nunca lo admitió, aunque su esposa, Giulietta Masina, reveló el plagio años después.