MC
Marco Castellini
•Ni el temible Frankenstein ni el hombre lobo enfurecido representan ya una amenaza para los hombres porque se les considera muertos. Pero no es así: los dos se despiertan de su sueño y después de sembrar el pánico entre los humanos comienzan una terrible lucha entre ellos que los llevará a la eliminación. Incluso en los lejanos años cuarenta existía la "regla del taquillero" que quiere que se giren secuelas de las películas que han obtenido más éxito de público. Así, Lon Chaney vuelve a ponerse en la piel del licántropo y Bela Lugosi está "obligado", a su pesar, a transformarse en Frankenstein (un personaje que no quería interpretar). El resultado es una película inverosímil y ridícula.