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Cristina Russo
•La felicidad de una pareja enamorada se destruye cuando ella muere en un accidente de tráfico. El compañero, abatido por el dolor, se dedica en cuerpo y alma a su actividad de escultor creando una estatua con las facciones de la amada. Al terminar la obra, una transformación impactante golpeará a los dos amantes: la escultura comenzará a sangrar y en el hombre aparecerán escamas de polvo.
Con "Genesis", Cerdà cierra el ciclo de la "Trilogía de la Muerte", comenzado con el sugestivo "The Awakening" y seguido por el duro "Aftermath". Después de abordar el misterio de la muerte desde el punto de vista espiritual y material, el director español pone en escena el enfoque emocional del final de la existencia de la persona amada.
Galardonado en múltiples ocasiones como mejor cortometraje y mejor dirección en diversos festivales del mundo, la película goza de una dirección artística sobrecogedora y fluida, puro éxtasis para los ojos del espectador.
Una fotografía etérea y cristalina enmarca imágenes que, de concierto con la dirección y en absoluta armonía con las consuetas sonoridades clásicas, parecen danzar en una atmósfera melancólica y nostálgica. Pep Tosar, una vez más protagonista, da otra prueba de su habilidad y capacidad de expresión logrando tocar las cuerdas más profundas del alma humana sin pronunciar palabra. El destino ha arrancado brutalmente al hombre el afecto más importante de su vida, dejándolo en un profundo estado de soledad y sufrimiento. La pérdida de la amada le desbarata la existencia y, para calmar el enorme sentido de vacío y aliviar sus penas, el hombre se dedica a la realización de una escultura con los rasgos de la mujer, cediendo al deseo inconsciente de hacer revivir en ella a la mujer. No hay espacio para la resignación, la idea de aceptar una pérdida tan grande parece inconcebible, la obsesión y la anulación de su identidad toman trágicamente el mando. La estatua parece absorber la vitalidad del escultor, el cual a menudo y gustosamente se abandona a momentos de desconsuelo desgarradores. Drama y dolor tiñen de negro lo que es esencialmente una historia de amor, pero no solo. El renacimiento es la clave de lectura, el núcleo del extremo sacrificio que no conoce límites frente a la desesperación y al amor.
Cerdà despliega en esta obra todo su talento creativo, cediendo a una búsqueda estilística efectiva y de gran impacto: cada toma es una obra de arte, impregnada de gracia y elegancia. El cuidado de la estética es maníaco, cada detalle destila una belleza desgarradora y plomiza. Una visión extremadamente emotiva, poética, genuina, que aprovecha un lenguaje cinematográfico sofisticado y de alto nivel.
A pesar de que la película carece de diálogos, está ambientada en un solo lugar y tiene un solo protagonista, el mensaje del director llega fuerte y claro. "Genesis" es una obra maestra, que golpea el corazón y duele, profunda en la sustancia y perfecta en la forma, la conclusión digna del largo y macabro viaje a través de los senderos de la muerte.