GG
Giuliano Giacomelli
•Un parque nacional de los Estados Unidos entra en pánico cuando dos campistas son brutalmente masacradas. El ranger del condado, Michael Kelly, comienza a investigar y descubre que un enorme y hambriento oso grizzly merodea por el bosque en busca de presas que puedan saciar su insaciable hambre. Ayudado por dos de sus amigos, Michael emprende una caza al oso que resulta más peligrosa de lo previsto.
Lanzado en 1976, este "Grizzly – el oso que mata" (conocido también con el título "Killer Grizzly" para la adaptación televisiva americana), nace indudablemente sobre la ola de éxito de la película de Spielberg "Tiburón" que, como podemos recordar, había arrasado en la taquilla el año anterior, en 1975.
"Grizzly – el oso que mata" puede, por lo tanto, considerarse sin demasiadas dudas la versión montañosa de la película de Spielberg ya que son muchas las analogías encontradas en las dos películas. Un primer elemento común a las dos películas reside en la figura del protagonista, Michael Kelly, que tiende a recordar, por muchos aspectos, mucho la actuación de Roy Scheider (el Brody de "Tiburón"); otro elemento común es la manera en que se aborda el género, es decir, no dar demasiada relevancia al puro horror sino contaminarlo y atenuarlo con géneros diferentes como Spielberg había encontrado la manera, innovadora en algunos aspectos, de mezclar el horror con el drama y la aventura, también en "Grizzly" se intenta seguir la misma vía creando un producto que intenta mezclar varios géneros; otra analogía entre las dos películas se puede encontrar en el hábil uso de las músicas que contribuyen a resaltar el deseo de tratar varios géneros (¿cómo no notar las evidentes musiquitas características de las películas de aventura para familias de los años 60 y 70?) y la construcción narrativa es la misma (primeras víctimas, sospecha sobre el "monstruo", caza al "monstruo").
Pero después de esta breve comparación entre las dos películas, útil para dar una idea al lector de lo que debe esperar de la película, pasemos a la película en cuestión.
La película, dirigida por William Girdler ("Manitu – el espíritu del mal"), ofrece una trama simple y efectiva que, aunque no destaca por su originalidad, no podía considerarse predecible y obvia para su época. Para cuestionar la obra, sin embargo, puede pensar la escritura que parece un poco demasiado incierta, a veces, sobre el camino a seguir ya que no siempre logra fusionar a la perfección los diversos géneros (de los que se ha hablado anteriormente) generando así un producto que a veces chapotea en el puro beast movie pero que, en otros puntos, da la impresión de una simple película de aventura para familias (en algunas escenas el espectador podría creer estar viendo un episodio especial de la serie de televisión "Lessie").
Pero dejando de lado los defectos, no muy relevantes, del guion, se puede notar y apreciar el alto nivel de gore, que en algunos puntos tiende a derivar en el splatter, dando lugar a escenas de rara crudeza, capaces de dejar atónito al espectador (¿cómo no citar la cruel escena en la que el oso descuartiza a un pobre niño indefenso).
Buena también la actuación ofrecida por todos los actores, entre los que se encuentra el protagonista Christopher George (en el papel del ranger Kelly) que no es ajeno al género de terror ya que ha aparecido en otras películas de género como "Mortuary", "Pieces" y nuestra "Pánico en la ciudad de los muertos vivientes".
En conclusión, este "Grizzly – el oso que mata" es una película interesante que sin duda podría haber ofrecido algo más, pero, en general, sigue siendo un beast movie fascinante cuya visión se recomienda al menos una vez.
Recomendado especialmente a los amantes de los beast movie old style.