RG
Roberto Giacomelli
•Katherine Winter es una ex misionera que perdió la fe después de que su marido y su hija fueran masacrados por un fanático religioso; ahora Katherine enseña en la universidad y se ocupa de "desenmascarar" milagros y eventos paranormales. Un día, Katherine es llamada a investigar algunos extraños eventos que están ocurriendo en un pequeño pueblo de Luisiana, donde parece que se están abatiendo las diez plagas bíblicas. Será muy complicado para la mujer encontrar una explicación científica a lo que está sucediendo en ese lugar!
La originalidad no es generalmente el elemento ganador para el género de terror, especialmente en una época de remakes como la que estamos atravesando; sin embargo, la Dark Castle de Joel Silver y Robert Zemeckis, con este "Señales del Mal" ("The Reaping" en el original), logra dar vida a una historia suficientemente original e intrínsecamente fascinante. El punto de partida es la eterna lucha entre el Bien y el Mal, esta vez con mayúsculas, ya que se refiere al Bien supremo y al Mal supremo, cabalgando un poco la línea de las películas de terror de temática religiosa que en estos últimos años no ha logrado arraigar adecuadamente.
Una pequeña fuente de inspiración podría encontrarse en un poco conocido fantaterror de 1988, "La séptima profecía", en el que una joven Demi Moore se encontraba combatiendo contra las fuerzas del Mal y los señales de un Apocalipsis inminente; en "Señales del Mal", en cambio, el sabor apocalíptico se deja sabiamente de lado para centrarse en la dimensión más intimista del pueblito de provincia, uno de esos pueblitos casi fuera del mundo, donde el tiempo parece haberse detenido y el fundamentalismo religioso manda.
La atmósfera de bigotismo, en este caso, no ha sido particularmente acentuada para dejar un mayor halo de misterio sobre la historia y los personajes que están involucrados, mientras se ha buscado acentuar al máximo el conflicto interior de la protagonista, una bella e siempre buena Hilary Swank (Million Dollar Baby) obligada a combatir el Mal a pesar de que su condición de atea convencida le lo hace ideológicamente imposible de aceptar. Quizás sea aquí donde reside el mayor defecto de "Señales del Mal", es decir, el querer retratar el carácter de la protagonista sobre un estereotipo ya visto y revisto en prácticamente todos los terrores de temática religiosa, hasta el punto de que en este momento se puede considerar (injustamente) este elemento una "costante de obligación" para este tipo de películas.
El atractivo principal de esta película, es decir, las diez plagas bíblicas, se representa de manera muy efectiva y logra mostrarse como hilo conductor para toda la historia: entre inquietantes ríos de sangre, una letal invasión de langostas, horribles pústulas y matanzas de primogénitos, hay realmente todo lo que fue descrito en el Antiguo Testamento, mostrado en toda su macabra espectacularidad (el ataque del enjambre de langostas está visualmente muy bien logrado).
La dirección de Stephen Hopkins ("Nightmare 5 - El Mito", "Lost in Space") es segura y atenta a los detalles (admirable la elección de acompañar los viajes de los protagonistas con planos desde arriba, como si se tratara de una "mirada divina"), así como el guion de Carey y Chad Hayes (La Máscara de Cera), capaz de tratar el tema con credibilidad y sin caer nunca en lo ridículo, un peligro muy frecuente cuando se tratan temas religiosos. Bueno el reparto, en el que, además de la ya citada Swank, aparecen David Morissey (Basic Instinct 2), en el papel del hombre de fe racionalista Doug, Idris Elba (28 Semanas Después), en los papeles del asistente de Swank y la pequeña Anna Sophia Robb (La Fábrica de Chocolate) en los diabólicos papeles de Loren McConnell.
En una escena aparece curiosamente, reflejada en una pared, la efigie de Pazuzu, el demonio que posee a Regan en el clásico "El Exorcista".
"Señales del Mal" es, por lo tanto, una película decididamente original en el enfoque que decide seguir y que, aunque cae en algunas obvias y conocidas elecciones narrativas, no dejará de satisfacer a quienes buscan un buen terror de temática religiosa. Recomendado.