VD
Vincenzo de Divitiis
•En un tranquilo suburbio americano, una chica corre por la calle como si alguien la persiguiera, pide ayuda y toma el coche para dirigirse a la orilla del lago donde, después de llamar llorando a su padre diciéndole que lo quiere a él y a su madre, es encontrada muerta la mañana siguiente en circunstancias misteriosas. Poco tiempo después, una hermosa joven llamada Jay conoce a Hugh, un apuesto joven del que se enamora perdidamente hasta el punto de pasar una fogosa noche de sexo en el coche. La historia de amor de cuento de hadas, sin embargo, se transforma rápidamente en una pesadilla ya que Hugh, a través del acto sexual, le ha transmitido una entidad poco definida que la perseguirá hasta que Jay tenga sexo con otro hombre, consiguiendo así pasar esta "cosa" a otro. Todo esto, sin embargo, tiene una complicación no pequeña: si la persona a la que se la pasa muere, la entidad vuelve al poseedor anterior. Un círculo vicioso que desencadena un torbellino de miedo y paranoia cuya solución es mucho más compleja y difícil de lo previsto.
Era el 2010 cuando David Robert Mitchell, en su película debut, titulada "The Myth of the American Sleepover", contaba con un toque autoral, pero aún bastante inexperto y pretencioso, sobre los adolescentes estadounidenses y su primer acercamiento al amor, o mejor dicho, a sus primeras pulsiones sexuales dentro de las primeras fiestas organizadas con sus coetáneos. Cinco años después, el director estadounidense regresa a temas similares, pero esta vez con un estilo decididamente más seguro y refinado y una madurez artística a veces sorprendente vistas las carencias
mostradas en la película anterior. Gran parte del mérito de estos avances se deben al elemento de terror que, dominado con maestría por Mitchell, logra transformar una historia como tantas en una obra aterradora por su adherencia a la realidad y la miríada de contenidos metafóricos y enriquecida por una variedad de soluciones técnicas admirables no fáciles de encontrar dentro de una película que quiere catalogarse como "de género". Todas estas características han hecho de ella, en los últimos meses, junto a títulos como "The Babadook" y "The Witch" por citar algunos ejemplos, un fenómeno viral apreciado por muchos aficionados que durante mucho tiempo habían deseado su estreno en salas.
Mitchell, de hecho, demuestra ser un auténtico maestro en construir una tensión constante que no necesita de saltos de sonido y otros estilos típicos del género para dar en el clavo y transmitir inquietud al espectador. Lo que más miedo da, de hecho, es el tema tratado, la "cosa" que deja la puerta abierta a una serie interminable de interpretaciones y metáforas que pueden ser el SIDA o el enorme
caldero de prejuicios y condenas de la sociedad puritana hacia quienes consuman antes del matrimonio o también el deseo de los jóvenes de transgredir y dar rienda suelta a sus fantasías sexuales. En resumen, una amenaza muy cercana a nosotros que el director es muy hábil en no menospreciar a través de innecesarias explicaciones que habrían arruinado la atmósfera creada y a materializar a través de presencias y fantasmas cuyo lento avance es aún más angustiante por el continuo recurso a planos largos y encuadres espaciosos que transmiten la sensación de que el peligro puede llegar desde cualquier punto y en cualquier momento.
"It Follows", sin embargo, está lejos de ser una obra aburrida y conceptual y la pesadez del tema se atenúa por los continuos guiños a los años ochenta – década de oro del terror – que van desde las hipnóticas músicas de los "Disasterpeace" a las ambientaciones que recuerdan mucho a las del primer "Halloween" de Carpenter, pasando por las dinámicas de slasher movie. Notable, además, es la secuencia de la aparición al otro lado del cristal del aula de una mujer mayor, que luego sigue a Jay por el pasillo de la escuela, que representa una clara cita de una famosa escena de "In the Mouth of Madness" siempre de Carpenter.
La interpretación de la joven estrella emergente Maika Monroe es simplemente sobresaliente y su habilidad eclipsa a sus colegas que, sin embargo, logran encajar a la perfección en sus papeles.
"It Follows", en conclusión, es una película compleja, hace reflexionar pero no pierde de vista su naturaleza de cine de entretenimiento. Fuertemente recomendada para quienes no tienen ganas de ver el horror habitual repetitivo y lleno de clichés. Éxito en la red más que merecido así como la promoción a pleno voto.
