RG
Roberto Giacomelli
•El criminal George Darica, de regreso de los Estados Unidos, descubre que su esposa ha sido asesinada en su casa. Intimidado por el hecho de que podría ser el principal sospechoso, huye del lugar del crimen y pide ayuda a un amigo suyo, un Honorable con conexiones muy influyentes. George es entonces llevado a un hotel abandonado junto a su amante, para que mientras tanto se calmen las aguas. Pero el lugar parece estar poblado por personajes extraños y también allí comienzan a ocurrir asesinatos que aparentemente no tienen ninguna lógica.
Quizás fue 1972 el año más inflacionario para la producción de thrillers "modernos" en la cinematografía italiana. Impulsados por el éxito de las primeras películas de Dario Argento y los thrillers de Umberto Lenzi y Sergio Martino, muchos productores se embarcaron en operaciones que copiaban estos estilos, apostando con sagacidad por historias improbables, violencia más o menos intensa y escenas impecables. Es en un escenario así que Leopoldo Savona escribe – junto a Luigi Russo – y dirige "La morte scende leggera", un título sugerente que designa un thriller que sorprendentemente se destaca emblemáticamente del panorama actual en el que se inserta. Savona, anteriormente vinculado sobre todo al género western, está en su primera y única incursión en el thriller italiano y, para dejar una marca en este género, pone en escena un espectáculo tan original como cojo.
"La morte scende leggera" comienza como un policial del lado de los criminales y continúa como un gótico de los que estaban de moda en la década anterior. En medio de este mix de géneros típicos de la industria cinematográfica italiana se inserta la trama del thriller, con el misterio de quién cometió el asesinato que abre la película. Para Savona, sin embargo, este aspecto es el que evidentemente le interesa menos y deja espacio sobre todo a las aventuras casi surrealistas de George Darica en el viejo hotel. Y aquí tenemos uno de los aspectos más interesantes de este thriller anómalo. En su sección central, "La morte scende leggera" tiende a parecerse de manera casi inquietante a "Shining", o mejor dicho, es "Shining" el que se parece a la película de Savona, considerando que la novela de King fue editada por primera vez en 1977. Obviamente no creo que King haya visto "La morte scende leggera", pero indudablemente la intuición de Savona y Russo fue de cierta categoría. Intuición que, si queremos ser puntillosos, deriva con toda probabilidad del "Danza macabra" de Margheriti. El vagar casi hipnótico de George por los pasillos y las habitaciones del hotel y su encuentro con personajes fantasmagóricos que lo involucran en eventos surrealistas recuerda tanto la noche de terror que vive el protagonista del gótico de Antonio Margheriti, como el itinerario que conduce a la locura de Jack Torrance en "Shining".
A los méritos de este thriller anómalo se puede agregar un curioso intento de denuncia a la política y a las instituciones italianas, aquí pintadas al límite de lo mafioso con policía corrupta y políticos en relaciones de hermandad con criminales de toda clase.
Digamos que "La morte scende leggera" agota aquí sus mejores golpes porque por el resto tiende a prevalecer una sensación de aproximación a veces fastidiosa. Escenografías y fotografía están en su nivel más bajo, probablemente del todo ausentes con sets improvisados y una dirección de luces particularmente fea. A esto hay que añadir una mediocridad de los actores que va a minar la credibilidad de los personajes, con un Stelio Candelli ("Nuda per satana"; "Italia a mano armata") particularmente inexpresivo en el papel del protagonista y una Patrizia Viotti ("La notte dei dannati"; "Beffe, licenze et amori del Decamerone proibito") voluntariosa pero mal utilizada.
La trama narrativa alcanza cumbres de absurdidad en un giro final tan fantasioso como improbable. Lo bueno es que resulta también inesperado – aunque hay que decir que la identidad del asesino es ampliamente predecible – pero no por méritos particulares de escritura, sino porque nadie jamás pensaría algo así en la realidad.
"La morte scende leggera", en definitiva, es una película curiosa, seguramente para recuperar por los aficionados al género thriller italiano, pero al mismo tiempo es una película que trasuda arte de arreglárselas (en todos los aspectos) en cada fotograma.