Tres tipos jóvenes y ricos que se divierten aterrorizando y humillando a los demás. Se embarcan en un expreso transcontinental donde viajan también los otros personajes, que están en su mismo vagón, entre ellos una prostituta, Juliette (Silvia Dionisio), que hace servicios en el tren y que tiene una especie de pacto con el revisor. Pronto los tipos comienzan a armar líos y a emborracharse y se apoderan del vagón. Una joven esposa (Zora Kerova) es violada por dos de ellos en un estrecho compartimiento; también Juliette es sometida a un largo asalto sexual y más tarde el trío organiza una partida de dados entre los hombres del vagón para saber quién violará a una jovencita virgen que viaja con sus padres. El único pasajero que parece que está en disposición de hacerles frente es un convicto que está siendo escoltado a Alemania.
Directores
Ferdinando Baldi
Reparto
Silvia Dionisio, Werner Pochath, Zora Kerova, Gianluigi Chirizzi, Carlo De Mejo, Giancarlo Maestri, Fausto Lombardi, Fiammetta Flamini, Venantino Venantini, Antonio Maimone
HorrorThriller
RESEÑAS
(1)
RG
Roberto Giacomelli
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En un tren interregional viajan varios pasajeros, entre ellos Mike y su esposa Anna, los cónyuges Sini y su hija adolescente Elena, un policía que escolta a un detenido político, la prostituta Giulia y tres matones que comienzan de inmediato a molestar a los demás pasajeros. Después de algunos comportamientos « molestos », los tres empiezan a pasar a maneras fuertes y violan a Anna en el baño, además logran sustraer el arma al policía y toman como rehenes a todo el vagón, con la intención de abusar sexualmente de todas las mujeres presentes en el tren, apuntando especialmente a Giulia.
En el panorama cinematográfico italiano de los años « 70 », era muy frecuente encontrarse con películas duras y crudas, capaces de perturbar y « escandalizar », apuntando directamente a los bajos instintos y al trastorno de la moral común. Un subgénero en particular apuntaba a esto, es decir, el « rape & revenge »; subgénero que bebe del horror, del thriller y sobre todo del drama y que se llevó las antipatías de muchos bienpensantes, a menudo etiquetado como machista y fascista.
« La chica del vagón cama » se ha añadido en más de una ocasión al género iniciado con « La última casa a la izquierda » y en parte, de hecho, presenta las características, sobre todo gracias a los evidentes remotos a « El último tren de la noche » y por algunas « reglas » que se dispone a seguir. Con la hermosa película de Aldo Lado tiene en común el ambiente ferroviario y algunas veleidades sociológicas destinadas a la condena de la burguesía; con el « rape & revenge » comparte los supuestos básicos relacionados con la violación y la venganza. Sin embargo, sobre todo insertado en el género apropiado, « La chica del vagón cama » resulta a veces intruso debido a la excesiva « ligereza » figurativa y sobre todo por la poca atención prestada a la venganza, que, por regla del contrappasso, debería ser siempre más cruenta que las acciones de los violadores.
El director Ferdinando Baldi tiene una carrera dedicada sobre todo al western (« ¡Odia a tu prójimo tu! », « ¡Prepárate la caja! », « Carambola ») pero con « La chica del vagón cama » se acerca al « rape & revenge » con un guion de George Eastman (de nombre Luigi Montefiori, inolvidable intérprete de « Antropophagus » y « Perros rabiosos ») que parece, sin embargo, mucho más atento a la componente erótica que a la más propiamente dramática. La película avanza entre numerosos desnudos y frecuentes encuentros sexuales, a veces forzados pero más a menudo consentidos (la víctima de la violación que disfruta de la violencia era una pequeña constante en el género italiano y provocaba las iras de las feministas), que ven protagonistas a algunas « bellas y disponibles » de nuestro cine de la época, aquí representadas por Silvia Dioniso (« Drácula busca sangre de virgen… y muere de sed! »; « Los hombres nacen, los policías mueren ») en el papel de la prostituta Giulia, y Zora Kerowa (« Antopophagus »; « Cannibal Ferox ») en el papel de la señora Anna.
La Dionisio da vida a un personaje bastante original para el género, una prostituta que opera en un tren con el « permiso » del jefe de tren-maganccia, una mujer pues acostumbrada a las relaciones con varios hombres y a las demandas « particulares », pero que aquí se niega a sus encantos a quienes quieren obtenerlos con la violencia. Interesantes, aunque poco desarrollados, los personajes de Anna (la Kerowa) y de Pierre (Gianluigi Chirizzi), el detenido. Anna es una mujer conservadora y moralista, dispuesta a condenar de inmediato la presencia del detenido Pierre en el vagón restaurante como una ofensa a la « buena gente », y sin embargo siente un cierto placer al ser violada simultáneamente por los dos matones en la escena que quizá es la más famosa de la película. Pierre tiene el rostro poco adecuado del esbelto Chirizzi (« Malicia »; « Zombi Horror »), un anarquista que se ha hecho culpable de crímenes de carácter político, un personaje con mucho potencial pero inexplicablemente dejado en la sombra para ser recuperado solo en el final. Entre los otros personajes que llenan el tren, son dignos de mención el político que se hace comparar las revistas porno por el chófer y el padre de familia viscoso y incestuoso que va con la Dionisio imaginando acostarse con su hija adolescente (interpretada por la estrella de la televisión Fiammetta Flamini). Entre los tres violadores, el único que se hace recordar es Werner Pochath (« El gato de las nueve colas »; « Esa villa al final del parque »), por su inconfundible physique du role.
Digamos que « La chica del vagón cama » funciona más conceptualmente que otra cosa, porque al enfrentarse a la película se tiene realmente que tratar con una de las obras menos logradas del género. Si alguna buena idea diseminada aquí y allá hay, se trata en su mayoría de una película pesadamente derivativa, bajo muchos otros aspectos « La chica del vagón cama » es impronunciable: la dirección de Baldi (que mientras tanto giraba simultáneamente « La compañera de viaje ») es anónima y poco atenta y el conjunto de la puesta en escena es sórdida y poco cuidada. El mismo reparto, lleno de nombres y rostros conocidos, está mal utilizado y la violencia en la que se podría insistir es muy ligera, presentando una de las venganzas más expeditivas y decepcionantes jamás aparecidas en una película de este género.
Despreciable.