LP
Luca Pivetti
•Frank Sears descubre un proyecto secreto en una base militar y de ello se entera de una criatura, similar a un vegetal, que se alimenta de luz y energía y sigue creciendo, englobando y destruyendo todo lo que se le pone por delante. Mientras el ejército se dispone a luchar, de manera totalmente ineficaz, contra el avance de la criatura, y las personas intentan escapar de su camino imparable, Frank descubrirá que el origen de este Mal tiene que ver con su propio pasado y con su mayor miedo.
"Living Hell" es el segundo de los tres films producidos por Robert Kurtzman para el vídeo doméstico en llegar a nuestro país, después del desastroso slasher "Buried Alive", un himno a la incompetencia y a la falta de ideas de proporciones apocalípticas. Quien escribe esperaba que al menos con "Living Hell" Kurtzman hubiera gastado su dinero en un proyecto digno de ser apoyado, pero es decepcionante constatar que esta vez también el ex-gurú de los efectos especiales y ahora director ocasional ha fallado estrepitosamente.
Dirigido por Richard Jefferies, guionista de la observable "Oscure Presenze a Cold Creek", "Living Hell" parece querer homenajear a las películas B de invasión de los años 50-60 con los medios de hoy, pero el objetivo no se ha alcanzado en absoluto, ya que nadie necesitaba una versión demente y vegetal de "Blob", tanto la original como el hermoso remake de los años 80 obra de Chuck Russell. Sí, porque en lugar de la sustancia gelatinosa tenemos este misterioso ser plantiforme (¡viva los neologismos!), pero por lo demás nos movemos tranquilamente en las coordenadas de la película de culto mencionada anteriormente. La criatura crece desmesuradamente de minuto en minuto, englobando y destruyendo todo lo que encuentra en su camino.
Inútiles los intentos del ejército, las ciudades son evacuadas y blah blah blah, todo de manual.
Resultado: el espectador se aburre pronto no solo a causa de la previsibilidad de una historia ya vista y revisada miles de veces, sino también de la total falta de tensión narrativa, una dirección televisiva, personajes poco caracterizados y, last but not least, unos efectos especiales en CGI pésimos. Si no se tienen los medios para hacer una película y no se es capaz de suplirlos con ideas inteligentes, evitemos hacer la película, por favor, porque si los resultados tienen que ser los de "Living Hell" nadie sentirá su falta.
De hecho, es evidente que después de la primera media hora nadie sabe ya adónde ir a parar y justo por eso la película cae en la repetición y los clichés, la suspense cae de repente (a condición de que haya hecho su aparición alguna vez) y los personajes parecen moverse como marionetas sin entender realmente lo que está sucediendo en la escena. Así, se diluye una trama que de por sí ya resulta bastante delgada en noventa minutos sin atractivo que, para la cronaca, no es que sean aburridos por la falta de ritmo (porque la planta hace de las suyas) sino por el simple hecho de que todo ocurre sin grandes sobresaltos, sin captar la imaginación y la atención del espectador. Todo fluye suavemente, pero no hay nada que pueda quedar en la memoria del espectador una vez terminado el film. Culpa de un guión sin ideas y que dispara todas sus pocas balas demasiado rápido, de personajes demasiado estereotipados (¡y basta ya de militares con el cerebro atrofiado!!!) y de una dirección realmente demasiado pero demasiado televisiva.
Se salva una bonita fotografía arruinada, lamentablemente, por intervenciones de CGI que no logran enlazarse de manera convincente con el contexto, y una sección final bastante oscura y claustrofóbica con una carga perturbadora no desdeñable. Justo esto es lo que da rabia: "Living Hell" funciona decentemente al principio y al final, pero todo lo que hay en medio es puro vacío de ideas e incapacidad para crear la tensión adecuada. El reparto no es ciertamente uno de los puntos fuertes de la película, pero al mismo tiempo no hunde más un producto ya de por sí muy educado (muy poca sangre, detalles violentos mínimos) que puede (debe) pasar tranquilamente desapercibido sin que nadie sienta su falta. Si de verdad queréis ver un horror con un monstruo plantiforme enfadado, lanzaros al angustiante "Rovine" y si estáis de humor por los B-movies que fueron volved a ver "Blob" o, para quedaros en tema vegetal, "El Día de los Trífidos".
¡Vuelve a intentarlo, Kurtz!!!