FP
Federico Parzianello
•Nueva York. En un museo se exhibe una colección original de objetos relacionados con los hombres más despiadados y crueles de la historia. Uno de ellos es Nikos, cuyo objeto consiste en una máscara. Tras un intento de robo, la maldición de la máscara cobra vida, devolviendo a Nikos a la vida y permitiéndole continuar su matanza, iniciada siglos antes.
La última obra del famoso director ultra-gore alemán Andreas Schnaas (datada en 2003), "Nikos the impaler", no es ciertamente la más exitosa. En comparación con sus primeras obras, el aspecto técnico ha mejorado (poco se necesitaba, en verdad), especialmente en cuanto a fotografía y montaje. La dirección sigue siendo bastante monótona y no particularmente impactante.
La historia se basa exclusivamente en la repetición de los asesinatos de Nikos, sin ningún desarrollo psicológico de los personajes, que resultan totalmente estereotipados, y no destaca por su originalidad, aunque hay que admitir que la película, vista por lo que es (es decir, un carnaval de sangre y violencia, aunque en menor medida en comparación con obras como la trilogía "Violent Shit"), puede también divertir al espectador más amante del lado splatter del cine de terror.
Algunos efectos especiales son realmente logrados (como el asesinato de una anciana, literalmente abierta de arriba a abajo por la espada de Nikos), mientras que algunos son realmente burdos y poco cuidados, como la sangre, de color... naranja.
Muy divertido es descubrir las diversas referencias a películas de terror/splatter (algunas de las cuales son obras del mismo Schnaas), presentes en los carteles colgados en las paredes de los decorados o en los estantes de los DVD de las tiendas donde Nikos comete sus fechorías. Simpático también el cameo de Lloyd Kaufmann, productor histórico de "Troma".
El final, malo y totalmente desconectado del resto de la historia, menciona ninjas (una verdadera pasión del director alemán), evocaciones satánicas e incluso... el nazismo, con una reencarnación graciosa de Hitler.
"Nikos the impaler" fue distribuido en 6.666 copias, pero lo que más sorprende no es el número, sino el hecho de que la película haya sido producida. Esto nos da una idea de cómo se considera el cine de terror en otros países, mientras que en Italia hay (ay) una persecución enraizada contra el cine de género.
Una película que se puede tranquilamente evitar, a menos que se sea un fanático del splatter... pero realmente fanático.
Conocido también con el título "Violent shit 4 - Nikos".