RG
Roberto Giacomelli
•Un famoso dibujante de cómics busca inspiración en un libro de magia negra para la creación de una nueva criatura, pero el monstruo que dibuja cobra vida y lo mata. Treinta años después, una aspirante a dibujante va a alojarse en un lugar de encuentro para artistas noveles construido sobre las ruinas de la casa del dibujante y, al encontrar en el sótano el libro de magia negra, continúa la obra del dibujante fallecido. El monstruo vuelve a la vida y comienza inmediatamente a sembrar la muerte entre los jóvenes artistas de la mansión.
Producción clásica estadounidense de finales de los años 80, que se basa en una historia bastante banal e improbable, un puñado de jóvenes actores sin futuro (a excepción de algunas viejas glorias recicladas en un intento de relanzamiento) y el uso de buenos efectos especiales. Son estos últimos lo mejor del film: el monstruo, parecido a un híbrido entre un licántropo y un simio, resulta convincente y bien realizado (aunque en absoluto aterrador), y los efectos splatter, aunque dosificados con sentido del ahorro, son bastante entretenidos (memorable la decapitación causada por un zarpazo del monstruo). La película es explícitamente un homenaje cariñoso a los cómics de terror que imperaban en los años 50, principalmente a través de la presencia de una vieja serie de cómics que en la versión original da título a la película ("Cellar Dweller") y que se presenta como deus ex machina durante toda la película junto con el libro de magia negra que contiene las fórmulas para invocar al monstruo, una especie de primo del Necronomicon.
El guión es el verdadero punto débil de esta película por lo demás bastante apreciable, ya que, además de contar una historia demasiado improbable y muy infantil, presenta una multitud de agujeros bastante visibles que comprometen pasajes narrativos enteros de la película.
La dirección es del experto en efectos especiales John Carl Buechler, que el mismo año dirigió también "Viernes 13 parte 7 - La sangre vuelve a correr"; mientras que el reparto incluye algunos rostros nuevos y de poco interés, como la protagonista Deborah Mullowney; pero también presencias familiares para el público del terror, como Jeffrey Combs, que tres años antes había sido el protagonista de la obra maestra de Stuart Gordon "Re-animator". Además, en el papel de la directora del hotel para artistas está Yvonne De Carlo, veterana de muchas películas de los años 50 (sobre todo westerns, pero también kolossals como "Los diez mandamientos") y finalmente reciclada en el terror (también aparece en "American Gothic" siempre en 1988).
En conclusión, "Ork" es una peliculita con buenos efectos especiales pero cero atmósfera; adecuada solo para quienes no se pierden ni un terror, despreciable para los demás. Votación redondeada por exceso.