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Roberto Giacomelli
•Un meteorito cae en medio del bosque que rodea el pequeño pueblo de Wheesley. De su interior se libera un parásito alienígena que penetra en el cuerpo del señor Grant, transformándolo lentamente en un ser mutante repugnante hambriento de carne y deseoso de reproducirse. Del encuentro viscoso/amoroso entre el monstruoso Grant y una de sus antiguas admiradoras nace una progenie de parásitos vermiformes que pronto comienzan a insinuarse en el cuerpo de los habitantes de Wheesley, transformándolos en seres monstruosos perpetuamente hambrientos de carne. El comandante de la policía local, Bill Pardy, junto con la esposa de Grant, el alcalde de Wheesley y la joven Kylie intentarán sobrevivir al horror que está contaminando todo el país.
Toma parásitos alienígenas vermiformes y asquerosos, abundantes mutaciones genéticas, monstruos tentaculares, zombis hambrientos de carne humana, un grupo de héroes simpáticos y una buena dosis de splatter; añade un ambiente puro de campamento de terror de los años 80 y un toque de ironía; mezcla bien y tendrás servido uno de los ejemplos más felices de terror "original" producido en los últimos años: "Slither".
No se explica cómo es posible que la obra dirigida por James Gunn haya tenido un éxito tan tibio de público, tanto en su país como en Italia (donde hizo una breve aparición en salas en el mes de julio, distribuido en muy pocas copias), dado que es un must de todo lo que una película de terror puede contener para hacer felices a los fans. De hecho, es realmente difícil que "Slither" pueda decepcionar a un aficionado al terror cinematográfico, tanto está cargado de brío y situaciones memorables así como citaciones explícitas del terror que fue. En "Slither" se puede encontrar algo de "Dimensione Terrore" (los parásitos vermiformes provenientes del espacio y capaces de zombificar a los humanos), de "Society" (la orgía de carne), de "La Cosa" (las mutaciones en humanos y animales) y hasta de "Blob" (el meteorito que contiene el parásito); pero todo está construido de manera que no se caiga nunca en el simple atajo del plagio disfrazado de citacionismo, porque los diversos elementos se integran y crean una sinergia del todo natural y original, recordando al espectador experto las diversas películas y haciéndole disfrutar de un pequeño gran film que destila diversión de los años 80 por todos los poros.
A la dirección dinámica de James Gunn (durante años encargado de trabajos en la premiada compañía Troma) se une el igualmente ingenioso guion del mismo Gunn, capaz de alternar de manera casi perfecta momentos divertidos, a veces grotescos, con escenas de absoluto terror y asco (antológica la escena del baño en la que Tania Saulnier es atacada por las sanguijuelas alienígenas). Hay que señalar luego el excelente reparto compuesto por dos buenos actores como Michael Rooker (el inolvidable asesino en serie de "Henry - Pioggia di sangue") y Gregg Henry (el malo del depalmiano "Omicidio a luci rosse"), acompañados de Nathan Fillion ("Serenity"), Elizabeth Banks ("Spiderman") y Tania Saulnier ("Il Prescelto").
Una mención particular va a los efectos especiales eficaces, grandes protagonistas de la película, constituidos por una mezcla de efectos modernos (y bien hechos) en gráficos por computadora y efectos especiales de estilo antiguo, comprendiendo prótesis de látex y maquillaje extremo, a menudo felizmente comprometidos en dar vida a escenas splatter horrendas.
En conclusión, "Slither" resulta un divertissement absolutamente logrado, un intento de reproducir aún hoy la fórmula del B-movie sangriento de gran calidad, hecho con economía de medios pero con gran riqueza de ideas. Una de las películas más logradas y divertidas de estos últimos años. Calurosamente recomendado.