VD
Vincenzo de Divitiis
•Reducida de una tormentosa relación con un hombre violento y obsesivo, la joven estadounidense Greta Evans quiere dejar atrás su turbulento pasado y decide abandonar Montana para aceptar un trabajo en Inglaterra ofrecido por los Heelshire, una anciana pareja de la aristocracia británica. El trabajo es muy simple: mudarse a la enorme villa familiar ubicada en el campo inglés desolado y cuidar a su hijito Brahms. Todo parece normal, excepto que los dos cónyuges tienen un aspecto siniestro y ambiguo y, sobre todo, su hijo no es un niño como los demás, sino una muñeca con rasgos somáticos muy similares a los humanos. La situación empeora cuando la joven estadounidense no respeta las reglas dejadas por la señora Heelshire para contentar a Brahms, dando así inicio a una serie de eventos siniestros dentro de la casa. Así comienza una historia retorcida y cautivadora que ve a Greta acompañada por Malcolm, el atractivo repartidor de alimentos de la villa. Todo se puede decir de William Brent Bell, excepto que su talento es natural, uno de esos precoces y evidentes desde sus primeras obras. El director estadounidense, por el contrario, ha cultivado sus habilidades a lo largo de los años y mejora película tras película, no sin pagar el precio de la inexperiencia como ocurrió con el modesto e inmaduro "Stay Alive". Desde la película de 2006, sin embargo, Bell ha recorrido un largo camino y han llegado dos títulos de éxito no insignificantes como "La otra cara del diablo", una película de terror found footage bastante mediocre pero con un gran éxito en taquilla, y "La metamorfosis del mal" en la que la maduración artística de Bell muestra avances considerables y también una propensión a enfrentarse a diferentes subgéneros del género. Una propensión aún más evidente con "The Boy", cuya historia parece ser un claro homenaje a las historias de fantasmas de viejo estilo con en el centro de la escena una de las figuras más explotadas por el terror y capaces de transmitir siempre tanta sugestión e inquietud: la muñeca de porcelana. Pero si con "The Boy" esperan una película sobre muñecas malditas/asesinas en toda regla, quedarán decepcionados. Olvídense de Chucky de "La muñeca asesina" y todos sus derivados y saquen de su mente los juguetes maléficos de "Puppet Masters", "Dolls" y "Demonic Toys"; en esta película la muñeca es solo un espejismo en una historia sorprendente en la que nada es lo que parece. La primera parte, para ser sinceros, no anima mucho a continuar la visión ya que Bell parece limitarse a hacer el trabajo con la inserción de todos los elementos típicos de las películas de terror clásicas, aquellas con atmósferas góticas y decadentes: la mansión de campo con muebles antiguos y llena de pasadizos secretos, la pareja de ancianos aristócratas decadentes y los artificios habituales para crear tensión como crujidos del suelo, voces lejanas y aperturas repentinas de puertas. Un conjunto que, unido a ritmos a veces muy lentos, hace que la historia sea predecible y coloca al público en la incómoda posición de quien siempre logra estar un paso por delante de los eventos. Afortunadamente, "The Boy" no es solo eso y el guion, escrito por Stacy Menear, encuentra el punto ganador para dar vida a un giro útil para iniciar una segunda parte con dinámicas muy similares a las películas slasher donde las certezas construidas anteriormente son barridas, los ritmos se vuelven vertiginosos y también aumenta la dosis de acción. Interesante también la forma en que se aborda el personaje de Greta, interpretado por la estrella de "The Walking Dead" Lauren Cohan, todo enfocado en la pérdida de su hijo en el vientre y el deseo consiguiente de maternidad que encuentra un revés en la relación de odio/amor con la muñeca Brahms. Lástima que lo mismo no ocurra con el resto de los personajes, Malcolm sobre todo, relegados al papel de simples peones funcionales solo para el desarrollo de la trama y poco más; esto afecta mucho también a las interpretaciones de los diversos Rupert Evans, Ben Robson y el dúo Jim Norton - Diana Hadcastle, estos últimos en los papeles de los misteriosos e inquietantes cónyuges Heelshire. "The Boy" es, en definitiva, una película exitosa en su mayor parte y marca un paso más adelante para un director en crecimiento y capaz de variar de un registro estilístico a otro con soltura y sin esfuerzo.