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Roberto Giacomelli
•31 de octubre. Cinco estudiantes de un colegio quieren entrar a formar parte de una prestigiosa fraternidad, pero antes deberán superar una prueba: conseguir unos extraños objetos enumerados en una lista y luego pasar las noches de Halloween en el interior de una casa abandonada, años antes escenario de una sangrienta matanza. Entre los objetos de la lista hay también un misterioso libro de ocultismo, custodiado por un profesor del colegio; pero el profesor es un hechicero dedicado a la magia negra que realiza periódicamente sacrificios humanos en el sótano de su casa para ganarse la vida eterna. Cuando los chicos se cuelan en su casa para recuperar el libro, lo pillan in fraganti y, en medio del pánico, para defenderse, lo matan, escapando luego con el libro. Ajenos al suceso, se dirigen a la casa donde pasar la noche, como establece la cláusula de la fraternidad; pero al matar al profesor solo han liberado de los despojos mortales su alma, que los seguirá y comenzará a poseerlos uno a uno, obligándolos así a eliminarse entre sí.
Pocos recordarán "La noche de los demonios", un b-movie de 1987 que unía un humor burdo con situaciones gore para deleite de cualquier amante del terror. Aunque se trataba de una película poco original y de escasa memorabilidad, "La noche de los demonios" sentó un precedente, siendo citada más de una vez, voluntariamente o no, por muchos films de terror que vinieron después. "El caballero del mal", "The Convent" y quién sabe cuántas otras películas han bebido a placer de ese pequeño b-movie, pero nadie ha propuesto un homenaje tan explícito a "La noche de los demonios" como ha hecho "Dead Scared".
Dirigida en 2004 por Rolfe Kanefsky con un presupuesto bastante bajo, "Dead Scared" es una película que parece rodada directamente en los años 80, haciendo así la felicidad de muchos nostálgicos de ese tipo de películas a menudo ingenuas y estilísticamente elementales, pero condenadamente divertidas e involucrantes. Hoy como entonces, tenemos que ver con un grupo de estúpidos adolescentes, que encarnan perfectamente el estereotipo querido por el cine adolescente americano: el matón tonto que encuentra su contraparte en la chica tonta, el chico tímido que es objeto de burlas de todos, la chica con sal en la cabeza, el chico capaz que desde el principio se sabe que tendrá la tarea de resolver la situación... esto es lo que aparece en los primeros 20 minutos, pero con el paso del tiempo, todas las premisas serán traicionadas y los protagonistas se revelarán muy diferentes a como nos fueron presentados. Nunca se llega al desarrollo psicológico, esto es claro, pero se intuye una cierta voluntad por parte del guionista de sorprender al espectador, cambiándole las cartas sobre la mesa y jugando con los estereotipos.
Además de los obvios guiños a "La noche de los demonios", "Dead Scared" cita abundantemente y abiertamente los primeros dos "Evil Dead" (entre los objetos a recuperar hay también una foto autografiada por Bruce Campbell!) y "La cosa", sin saquear las películas, pero simplemente guiñando el ojo al espectador aficionado al terror.
Muy apreciable el departamento de gore, enriquecido con decapitaciones, desmembramientos, litros de sangre y una escena cult en la que son protagonistas una chica y una lengua cortada dotada de vida propia, de dimensiones desmesuradas y obscenamente fálicas; todo realizado con efectos especiales old style pero eficaces.
La dirección de Kanefsky es de corte clásico y no se concede ninguna característica particular para ser recordada; el guión, en cambio, alterna momentos de seguro entretenimiento citacionista con una concesión demasiado marcada a la fácil bufonería en la parte final, que no del todo parece acertada, pero que de todas formas no compromete el éxito de la película. Entre los intérpretes el único rostro conocido está representado por Brad Dourif, el inolvidable Charles Lee Ray, es decir, el muñeco Chucky de la saga "La muñeca asesina" cuando tiene facciones humanas, aquí comprometido a vestir los pantalones del malvado profesor satanista.
En definitiva, "Dead Scared" es una película pequeña, que no tiene ninguna pretensión pero que consigue divertir al espectador gracias a su estilo claramente años 80, al claro intento citacionista y a la justa dosis de sex & gore.