RING: THE SPIRAL

El profesor Takayama, afectado por la maldición de Sadako, es encontrado muerto en su apartamento. El amigo Mitsuo Andou realiza la autopsia en su cuerpo, mientras vive el drama de la muerte de su hijo. En el estómago del pobre Takayama, el patólogo anatómico encuentra un trozo de papel en el que está grabado un código para descifrar. Con la ayuda del exasistente del profesor, intentará desesperadamente recomponer las piezas de un rompecabezas desconcertante. "Spiral" es una de las dos secuelas de "The Ring", estrenada prácticamente al mismo tiempo que el primer episodio de la saga, compuesta en total por cuatro películas entre secuelas y precuelas ("The Ring", "Spiral", "The Ring 2", "Ring 0"), a las que se suman los dos remakes estadounidenses. La historia, basada en el libro de Koji Suzuka "Rasen", aunque comienza en el mismo punto donde se interrumpía el capítulo anterior y retoma las vicisitudes de algunos de los personajes, en realidad está bastante lejos tanto de la novela como del episodio piloto. La película fue un verdadero fracaso en la taquilla, tanto que un año después, el director Hideo Nakata, que ya había dirigido "The Ring", fue encargado de rodar una nueva secuela oficial: "The Ring 2". Esta última se basaba en una construcción narrativa bastante enredada y poco convincente, pero, en ese aspecto, "Spiral" la supera con creces. Las extraordinarias capacidades psíquicas del profesor Takayama son el eje sobre el que se construye una historia con giros de ciencia ficción, que poco tiene que ver con la conocida y clásica historia de la cinta de vídeo que mata. La tarea de descifrar el absurdo enigma ideado por el profesor fallecido se confía a su antiguo compañero de estudios Mitsuo Andou. La construcción de este nuevo personaje deja bastante que desear: además de tener un perfil psicológico de poco calado, el protagonista parece actuar casi por inercia, transportado pasivamente por los acontecimientos inexplicables que salpican su vida. El actor que lo interpreta además no es particularmente expresivo ni carismático. Si la pista que deja el pobre Takayama al excolega parece loca y absolutamente fuera de toda lógica, aún más lo es el objetivo para el cual el extraño código ha sido concebido. La famosa cinta de vídeo asume lentamente un papel cada vez más marginal para dar paso a otros elementos como el diario de Reiko o el virus mortal que se propaga de una manera que definir como bizarra sería reduccionista. El rencor de Sadako cobra vida a través de un plan retorcido, que no prevée posibilidad de fracaso y que involucrará a toda la humanidad alterando el destino de cada individuo. El elemento paranormal pasa a un segundo plano abriendo paso a la ingeniería genética. Del ambiente morboso y misterioso que se respiraba en "The Ring" no hay ni rastro, todo transcurre en un clima plano e impersonal, hecho aún menos envolvente por la total ausencia de verdaderos momentos de suspense. El director, con la elección de optar por una explicación más fantasiosa, donde enfermedad y resurrecciones mandan, desnaturaliza completamente la película, obteniendo un mal sustituto a medio camino entre secuela y spin-off, que desemboca en un epílogo cuando menos ridículo. La no linealidad de la trama lo hace aún más incomprensible: cuando el espectador cree haber entendido finalmente, llega una nueva situación inexplicable a revolver las cartas; un juego que a la larga cansa. Aunque contenga algunos puntos interesantes, en conjunto no hay casi nada salvable en esta película: una visión que se puede omitir con toda tranquilidad. También se señala la escasa calidad de la imagen del DVD distribuido en Italia por Dynit.