THE THOMPSONS

Después de la masacre causada en una estación de servicio en el desierto americano de Mojave, los hermanos vampíricos Hamiltons se ven obligados a huir de los Estados Unidos siendo de los más buscados del país. Deciden cambiar su apellido a Thompsons y trasladarse a Gran Bretaña en busca de otro clan de vampiros que pueda ayudarlos a sobrevivir. Se establecen así en Ludlow, un pequeño pueblo en las afueras de Londres donde esperan recibir ayuda de los Stuart, un clan local que se ofrece a darles refugio y asistencia. Los Stuart, sin embargo, esconden el verdadero motivo de su hospitalidad que, una vez descubierto, llevará a los dos clanes a una lucha sin cuartel. Seis años después del anterior "The Hamiltons", los Butcher Brothers (Mitchell Altieri y Phil Flores n.d.r.) regresan detrás de la cámara para este secuela que narra las vicisitudes de una familia de vampiros apenas adolescentes. En una época en la que los "monstruos", que han caracterizado durante décadas las películas de terror más clásicas, han adquirido conciencia y corazón, los dos directores americanos producen un trabajo que debería permanecer durante un tiempo considerable en la cresta de la ola. "The Thompsons" es sin duda una obra mejor que su predecesor, que no era más que una película de serie B rodada y producida con un presupuesto notablemente limitado, gracias a una calidad superior de las tomas y los efectos especiales, que sin embargo no representan un punto focal de la película, así como a un nivel de actuación más que aceptable. La ubicación inglesa, elegida para el rodaje, tiene un buen impacto y es definitivamente adecuada para la trama gracias a ambientaciones que contribuyen a aumentar la suspense. Dentro de la película hay un poco de todo, desde el terror más clásico, hasta el gore más truculento y sangriento, escenas de sexo y momentos románticos; el problema es que los guionistas se han olvidado demasiado a menudo que se trataba de una película de terror, mientras que en varios momentos se corre el riesgo de caer en el abismo de las telenovelas perdiendo mordiente e interés. La idea de involucrar al espectador en una historia de intrigas entre los diferentes clanes de vampiros es sin duda interesante, pero se lleva a cabo de manera demasiado superficial para resultar envolvente, perdiendo así en una gota de agua. A medida que pasan los minutos, desaparece la caracterización de los vampiros como seres extremadamente poderosos que aterrorizan a los humanos para dar paso a una sociedad de no muertos que ha decidido adaptarse a los usos y costumbres de los hombres por miedo a ser descubiertos, lo que a la larga resulta incluso patético. Los diversos personajes presentes en la trama han sido caracterizados más que aceptablemente, desde los Thompsons hasta los Stuart, especialmente en lo que respecta al personaje de Riley, una mujer humana que se ve obligada a vivir con sus parientes vampiros. Las escenas más "horroríficas" y violentas se pueden resumir en un batiburrillo de lugares comunes tomados aquí y allá de las películas más clásicas sobre vampiros, todo ello sazonado con litros de sangre dignos de una película splatter. Este "The Thompsons" es, por lo tanto, una película sin infamia y sin alabanza, definitivamente poco adecuada para quienes son aficionados al terror old style, pero que podría ser interesante para quienes se acercan por primera vez al género y para los espectadores menos exigentes.