WILD GRIZZLY

La pequeña comunidad montañesa de Pine Lake ha entrado en pánico desde que un oso grizzly, escapado de su refugio, deambula impunemente entre los bosques mostrando cierta ferocidad debido a una molesta infección en un diente. Todos los habitantes del pueblo están conmocionados, por lo que el ranger Frank Bradford organiza una expedición de captura para el gran animal. Josh, un joven recién llegado con su madre al pueblo, junto con su amiga Terri, hija del ranger, también se pondrán sobre la pista del oso con la esperanza de capturarlo y curarlo sin recurrir a medidas drásticas. No, no se trata de una broma; la película en cuestión realmente tiene el valor de poner en escena a un gran oso grizzly que se pasea rugiendo y aterrorizando a los campistas simplemente porque sufre de un extraño dolor de muelas. Una idea tan tonta que hace echar de menos la idea, aunque abusada, de las manipulaciones genéticas. Pero incluso si se quisiera pasar por alto este pequeño, pero ridículo, detalle, sería imposible salvar la película del fracaso, ya que, en general, es realmente de muy baja calidad. La primera pregunta que uno se hace, después de haber asistido impotente a la visión, es si realmente era necesario realizar una película de este tipo. Probablemente podrían existir elementos de interés, dado que no son muchos los beast movies que utilizan la figura del oso feroz (podemos recordar, entre ellos, el hermoso "Grizzly – el oso que mata" o el más reciente pero igualmente interesante "L'Urlo dell'Odio"), pero el defecto principal de "Wild Grizzly" es que logra arrojar, de manera totalmente singular, al anonimato y la planitud cualquier idea frívola. En sustancia, ni siquiera se tiene la impresión de estar viendo un verdadero beast movie, ya que más bien parece asistir a una inocua peliculita de aventuras típica de la televisión para niños; una película moralista y a veces incluso empalagosa creada específicamente para esas familias felices que buscan una película que sea adecuada para sus pequeños hijos que deben crecer con un concepto de "violencia" bastante banal y superficial. Por lo tanto, debemos olvidar las atrocidades propuestas magistralmente en "Grizzly – el oso que mata" (William Girdler, 1976), en la que podíamos admirar a un oso realmente feroz capaz de destrozar incluso a un niño indefenso; en "Wild Grizzly" todo es tan ligero, banal y empalagoso (se debe mencionar el horrible final bajo el lema del buenismo más ostentoso) que se asimila la obra a cualquier spin-off de la serie de televisión "Furia" o aún mejor "Lessie". Pero si constatar la ausencia total de escenas "fuertes" era bastante predecible (debemos hacer saber que se trata de una peliculita para la televisión), lo que sí que no se imaginaba era ver un oso que no hace nada amenazante desde el principio hasta el final (y por supuesto, no es malo, solo tiene un terrible dolor de muelas), por lo que no habrá ningún crimen (excepto un pobre perro) y las agresiones también tienden a ser escasas. Para catapultar la tarea aún más al anonimato y la banalidad colabora también un guión extremadamente delgado, incapaz de crear situaciones adrenalinicas y de proporcionar ritmo a la obra, así como no logra caracterizar de manera interesante a los diversos personajes que se mueven en la escena. Podemos constatar individuos cortados con el hacha que se ahogan en el estereotipo más total: desde el joven protagonista que, debido a su estado de adolescente, se siente incomprendido y por lo tanto se comporta como rebelde hasta que no comience a nutrir un interés por los osos (¡pero qué casualidad!), pasando por el malo avaro de turno (aunque aquí menos malo de lo habitual) que solo piensa en el dinero (interpretado por un siempre fuera de lugar Daniel Baldwin), hasta el ranger Bradford (interpretado por un bastante carismático Fred Dryer, protagonista de la serie de televisión "Hunter"), personaje positivo utópico de 360° que no guarda esqueletos en el armario y destinado a encontrar remedio a la situación. "Wild Grizzly" es, por lo tanto, una inocente peliculita televisiva para niños que tiene dificultades para ser considerada pertinente para el género de terror y que realmente es el emblema de la inutilidad. Nadie necesitaba ver una película como esta, por lo que se recomienda evitarla a toda costa.