RG
Roberto Giacomelli
•En un reformatorio juvenil en la costa inglesa, el recluso Dave se quita la vida cansado de los actos de bullying a los que era sometido por sus compañeros de celda. Como castigo por el incidente, los chicos que compartían la celda con Dave son llevados a una isla deshabitada, propiedad del reformatorio, para soldar el espíritu de equipo que a ellos les parece totalmente ajeno. Pero en esa isla hay alguien armado y peligroso que intenta eliminar a todos los chicos.
Es nuevamente Gran Bretaña la que da a luz a un prometedor director de películas de terror: Michael J. Bassett. Ya destacado con el terror bélico "Deathwatch – La trinchera del mal", Bassett se aventura esta vez con el survival horror tan querido por la tradición norteamericana, y el resultado es convincentemente.
Más rítmico y envolvente en comparación con la película anterior, este "Wilderness" se presenta como un crudo y realista retrato de la juventud británica "en contra". El grupo de chicos protagonistas de la película representa un microcosmos social compuesto por inadaptados que se empeñan en infringir las reglas que la sociedad actual impone, y así tendremos que lidiar con traficantes, violadores y asesinos, todos menores de veinte años y con matices caracteriales muy sutiles. De hecho, en "Wilderness" no existe un "bueno", así como tampoco hay un "malo"; aquel que podría parecer el héroe del grupo es un asesino egoísta e implacable incluso con el marginado del grupo. A su vez, aquel que se presenta como el verdadero bastardo de la historia no es más que una víctima, a diferencia de quien nos es mostrado como víctima. En resumen, el juego de roles que monta Bassett, sobre un guión de Dario Poloni, no es de los más predecibles, aunque se puede reprochar a la película que centre la atención en dos o tres personajes para luego abandonar al resto del grupo a la fácil estereotipación.
La estructura de survival horror es de las más clásicas, con una primera parte de preparación y presentación de los personajes y una segunda parte de caza al hombre y matanza. Numerosas y bien orquestadas son las escenas de violencia gore y de puro splatter, entre las que destacan el destripamiento de uno de los personajes a manos de un grupo de perros y un trágico accidente con una trampa para osos (extrañamente presente también en el contemporáneo y compatriota "Severance").
La dirección de Bassett es seca y esencial, muy en sintonía con la atmósfera que se respira durante la película y antagónica al estilo más buscado de la anterior "Deathwatch"; quizás se puede reprochar al director inglés que en ambos de sus largometrajes no haya lugar para la construcción de escenas de suspense, seguramente funcionales en las historias de horror y muerte que se narran.
En el reparto de "Wilderness" destacan Sean Pertwee (Dog Soldiers), en el papel del guardia/educador Jed, y Toby Kebell (Alexander), el protagonista rebelde Callum.
"Wilderness", por lo tanto, alarga la ya nutrida lista de excelentes películas provenientes de Gran Bretaña, distinguiendo la patria de Shakespeare como uno de los mejores focos del terror cinematográfico contemporáneo.