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Claudio Casero
•Carol y Patrick Darlin son dos gemelos adolescentes que viven en una tranquila ciudad estadounidense; su vida transcurre tranquila como la de sus compañeros hasta que un día, su amiga común Wendy Gearst, de quien ambos están enamorados, desaparece sin dejar rastro. Después de algunos días, las búsquedas se detienen y todos vuelven a su vida normal; las cosas cambian cuando Carol, junto con su hermano menor, encuentra el cuerpo sin vida de Wendy en la orilla de un lago. Poco a poco, los gemelos se dan cuenta de que su amada se ha convertido en un zombi; deciden llevarla a casa y cuidarla con la esperanza de poder devolverla a la normalidad.
A raíz del éxito de la saga "Crepúsculo", los hermanos Deagol deciden rodar "Zombie lover", una película dirigida principalmente a un público adolescente, en la que el terror debería convivir con el romanticismo y la ironía. Digo debería porque la película en cuestión es un fracaso en todos los aspectos. Durante los 106 minutos de duración de la obra, solo el título y Wendy en versión no muerta recuerdan el terror, pero Wendy parece más una drogadicta en fase terminal que un zombi, que no posee ninguna de las características peculiares de estos "monstruos", excepto por los movimientos bruscos y el hambre de carne fresca, que, por cierto, es bastante poco evidente.
La trama solo presenta un buen punto de partida que se pierde rápidamente en medio de un amasijo de lugares comunes y de ideas bastante banales y poco interesantes; la suspense y el miedo no están presentes en la película de los hermanos Deagol, que se centran principalmente en el aspecto romántico y social de la trama. El verdadero problema es que estos dos aspectos se desarrollan de manera superficial y absurdamente aburrida, sin el mínimo giro inesperado. Parece casi estar frente a un imitador de nuestro Muccino nacional que, a pesar de sus esfuerzos, no logra hacer su trabajo, ya sea en la dirección o en el elenco. Los actores, en su primera aparición frente a una cámara, están lejos de ser profesionales y no logran transmitir la más mínima emoción, resultando así poco interesantes para el espectador. Todo esto se complementa con una voz en off interpretada por el hermano menor de los protagonistas, que anula por completo el poco pathos presente en la película.
En cuanto a la calidad de la película y las tomas, no son ciertamente de alta calidad, ya que los colores están siempre bastante desvaídos y las escenas, especialmente las filmadas en exteriores, están a menudo desenfocadas, incluso para los objetos más cercanos al objetivo; todo esto se complementa con un ruido de video, a veces demasiado molesto, probablemente debido a una compresión excesiva durante el codificado.
Este "Zombie Lover" puede, por lo tanto, ser considerado entre los diez peores films que haya visto jamás, tanto en cuanto a la trama como a su desarrollo; durante toda su duración, se tiene un fuerte deseo de apagar el lector de DVD o de ver otra cosa, tratando de no dormirse entre un bostezo y otro. Esperando que el gurú George A. Romero no haya visto esta abominación, recomiendo no perder tiempo en ver la película y pasar de largo.