ÇIRKIN DÜNYA

Estambul. Después de agredir a una pareja en el parque, tres delincuentes llaman a la puerta de un cirujano que vive con su esposa Selma y su hijo pequeño Murad. Los tres se instalan en la vivienda con la excusa de buscar ayuda por un accidente que les ocurrió y secuestran a la familia buscando extorsionarles dinero. La situación se calienta pronto y aunque el dueño de la casa acepta pagar, los tres continúan molestando a su esposa y a su hijo. Los distribuidores italianos son geniales. En 1971 se estrena "La naranja mecánica", un gran éxito internacional de Stanley Kubrick, y en 1975 distribuyen en suelo italiano con el título "La banda de La naranja mecánica" la película turca "Cirkin dunya", que en realidad debería sonar como "mundo malo". Operación incorrecta, diréis vosotros, ya que la película en cuestión no tiene nada que ver con la obra maestra de Kubrick, pero perfecta operación de marketing, digo yo, ya que los distribuidores captaron un aspecto de la película y lo exageraron a su favor. Si hacemos comparaciones, notaremos que "La naranja mecánica" tenía una larga escena en la que Alex y sus drughs irrumpían en una vivienda y cometían matanzas... pero se trata de una escena. La película luego iba en otra dirección totalmente distinta. "La banda de La naranja mecánica", en cambio, captura ese momento y lo dilata durante unos 80 minutos, presentándose, por lo tanto, como una película de un género totalmente distinto, así como de otra profundidad. Podríamos decir que "La banda de La naranja mecánica" es uno de los primeros ejemplos de película de invasión doméstica declinada en la óptica del cine B, casi una película fundacional, por lo tanto, que sienta las bases para lo que luego serán "La casa perdida en el parque", "Funny Games" y todo lo que de ello deriva. Eso sí, "La banda de La naranja mecánica" es una película bastante modesta, con algunas intuiciones de gran eficacia atenuadas por otras francamente evitables. Por un lado, es notable la maldad de fondo que mueve la mecánica de la película, por otro, sorprende la demasiado escasa galería de horrores a la que "La banda de La naranja mecánica" somete al espectador. El director Osman F. Seden (o Rowland Kramer, como su pseudónimo anglófono) muestra un cierto complacencia típica de las películas de los años 70 al poner en imágenes las barbaridades del trío de delincuentes, especialmente en lo que respecta a bofetadas a mano abierta a Stefania Basile, que interpreta a la esposa del cirujano, y maltratos varios al niño, increíblemente transformado en un saco de boxeo viviente. Sin embargo, a pesar de tanta violencia semi-implicita, la película es tímida al mostrar escenas impactantes, prácticamente no corre una gota de sangre y en contra de la moda de la época, se excluyen completamente escenas de sexo y desnudo femenino. Muy convincente el desempeño de algunos actores principales, especialmente de la ya mencionada Stefania Basile y del líder de los malos, Savas Basar alias El escorpión. Poco creíble, sin embargo, la caracterización de los dos delincuentes que acompañan al Escorpión, demasiado caricaturescos en su histeria y en el comportamiento infantil innecesariamente acentuado. Habría que dedicar una palabra sobre el final de la película. Sin spoilers, se puede decir que si "La banda de La naranja mecánica" hubiera terminado unos segundos antes, habría sido una joya de cinismo y habría tenido una clave interpretativa totalmente diferente, pero decidieron añadir una escena "de más" que suaviza – si se puede decir – el impacto de un final de otro modo demasiado amargo. "La banda de La naranja mecánica" es, por lo tanto, una película de invasión doméstica discreta que quizá alarga demasiado la situación portante de la historia. Algunas "maldades" dejan realmente una marca, pero se tiene la sensación de que se ha aplicado un mecanismo de autocensura inmotivado en algunas elecciones narrativas que tiende a suavizar el impacto en el espectador. En DVD de Mosaico Video. Ve un clip de LA BANDA DE LA NARANJA MECÁNICA