LA HUÉRFANA

John y Kate Coleman, un año después de la muerte de su futura tercera hija, deciden adoptar a una niña y eligen a Esther. La recién llegada a la familia Coleman se muestra inmediatamente amable y educada, además de ser particularmente dotada para el arte. Sin embargo, su manera extraña de vestir y su timidez la convierten rápidamente en el blanco de burlas por parte de sus compañeros, así como en alguien antipático a los ojos del hermano Daniel. Pero con el tiempo, Esther se vuelve cada vez más extraña y sus comportamientos ambiguos, especialmente la madre Kate, quien, a pesar del desacuerdo de su marido, comienza a investigar el pasado de la niña. Acompañado de una viva polémica por parte de las asociaciones pro-adopción, que se quejaban de que la película podría inspirar miedos sobre la adopción de niños, "Orphan" es la nueva película de terror producida por Dark Castle, que se confirma como una de las realidades más interesantes del panorama de terror contemporáneo. "Orphan" tiene un mérito no despreciable: ha tomado material trillado y reciclado como la alegoría de la infancia desviada en la familia moderna disfuncional y lo ha pulido introduciendo variantes de considerable originalidad. El resultado es un fascinante híbrido entre el drama de terror sobre la infancia turbulenta, que sin duda bebe de "La inocencia del diablo", "Mickey" y el más reciente "Joshua", y el thriller psicológico que cabalga entre el Polanski de la época y el slasher de los años 80. Una extraña mezcla de la que es difícil darse cuenta sin haber visionado la obra, pero que, les aseguro, es totalmente exitosa y funcional. El español Jaume Collet-Serra, en su segunda colaboración con Dark Castle después del excelente "La máscara de cera", logra gestionar con gran maestría una película que en otras manos podría haber resultado demasiado larga (se acerca a las 2 horas), pero que en cambio parece tensa y envolvente gracias a la excelente dosificación de escenas introspectivas, explicativas y de gran suspense. Si es cierto que a veces se juega con el recurso al susto fácil dado por apariciones repentinas y alternancia de planos sonoros (¡también está el famoso "juego" con el espejo del baño!), en "Orphan" hay una sabia construcción de la tensión narrativa que se desarrolla a partir de un crescendo de eventos que parecen conducir hacia una determinada conclusión que en realidad resulta original e inesperada. El mismo largo clímax final está construido con una concesión efectiva al clásico clima de tensión, de esos que se viven de un solo tirón y que no dejan de mantener continuamente en vilo al espectador. "Orphan" se beneficia de un buen guión del debutante David Johnson, un guion ordenado en el que cada elemento/evento está cadenciado con los tiempos adecuados y los personajes son finalmente tratados con respeto y profundidad. Tendremos entonces la atención entera catalizada sobre los miembros de la familia Coleman, el típico foco doméstico de la clase media/alta americana que detrás de un velo de normalidad esconde los típicos esqueletos en el armario que, por una vez, no emergen como un golpe de escena, sino que se introducen con naturalidad cuando realmente es necesario para acompañar el lento desmoronamiento de la felicidad inicial. Para dar vida a los protagonistas no hay ninguna superestrella de Hollywood, sino actores "menores" que tienen los rostros perfectos para los personajes que interpretan. Vera Farmiga ("The Departed"; "Joshua") y Peter Sarsgaad ("The Skelton Key"; "Fightplan – Misterio en vuelo") interpretan a los cónyuges Coleman, Jimmy Bennett ("Hostage"; "Amityville Horror") y la debutante Aryana Engineer son los dos hijos y Isabelle Fuhrman es Esther. En particular, Vera Farmiga e Isabelle Fuhrman dan una excelente prueba: intensa y "física" la bella actriz que interpreta a la madre Kate, lograda e inquietante en su ambigüedad la joven Fuhrman, de la que probablemente oiremos hablar en el futuro. Muy bueno también el departamento de "gore", relegado solo en pocas escenas pero por eso aún más efectivo. Ya el inicio onírico-hospitalario tiene un sabor semi-splatter que logra hacer correr un escalofrío por la espalda, pero el ápice lo da la muerte cruda (y cruel) a martillazos que divide a la mitad el segundo acto, una escena de rara maldad que difícilmente se tiende a olvidar. "Orphan" es un excelente producto, una película de esas que se va a ver pensando en asistir a un espectáculo que ya se ha visionado en la propia mente, pero que al final resulta una sorpresa impredecible. Harían falta más películas capaces de esto. Muy recomendado.