MC
Marco Castellini
•Evilenko - El Comunista Que Comía Niños
Evilenko es un ciudadano ucraniano de Rostov, que cree ciegamente en el régimen comunista de una Rusia de mediados de los años 80... Antes del desastroso período económico, antes de la división en muchos pequeños estados independientes y pobres. No tiene vida social, está frustrado, sigue su oscuro diseño de muerte y por lo tanto mata y devora a sus víctimas: estrictamente de edad infantil o preadolescente. Es profesor de lengua y literatura. Lee libros, se da aires de intelectual, pero su mente está en peligroso declive así como la sociedad, comunista y rusa, que lo rodea. Piensa que sus crímenes están cubiertos por el KGB, por ese estado que ha servido y amado durante años y que quizá sea la causa primaria de su oscuro mal, y por lo tanto está firmemente seguro de que nadie obstaculizará su locura asesina, hasta que en su camino no encuentra un íntegro policía decidido a desenmascararlo para siempre, estudiando más su psicología que la dinámica de sus crímenes. Película al 100% italiana, distribuida por Mikado y producida por Mario Cotone; "Evilenko" (título evocador del inglés Evil = mal) reproduce las terribles, y desafortunadamente reales, hazañas de Andrei Romanovich Chikatilo, a quien el mundo ha llegado a conocer como el monstruo de Rostov: lugar donde mató, antes de ser condenado a muerte, tranquilamente durante 12 años, más de 50 niños y devoró sus cadáveres. Planea como un espectro, sobre toda la película, el clásico capricho del cine de compromiso civil, típicamente italiano, gracias sobre todo a un "guion dossier" hijo del libro: "El Comunista Que Comía Niños" del mismo Grieco. Quienes han tenido la oportunidad de ver el cartel original de la película, quizá no han tenido la oportunidad de recordar la cara irreconocible del muy bueno Malcom McDowell que en el cartel se parece más a Ennio Morricone que al Alex del kubrickiano "La Naranja Mecánica" (1971) por el que mereció su fama. En el papel del policía íntegro está Marton Csokas que se revela ser un excelente actor. "Evilenko" no es ni un thriller ni un terror, sino una película que, a través de su personaje, intenta darnos una connotación psiquiátrica del fin del comunismo y de Rusia. El estado, el sistema, que anula al ser humano y en su complejidad lo hace retroceder a un estado primordial, asesino. Se pueden encontrar analogías con el dostoievskiano "Crimen y Castigo", al menos en la relación entre asesino/investigador y entre la sociedad y la contextualización de los crímenes del monstruo. David Grieco, ex crítico cinematográfico que ha trabajado para "L'Unità", debuta con una película sin splatter ni thriller después de haber sido irremediablemente atraído por la figura de Chikatilo vista de noche, en la televisión, durante un juicio. Deplorable la elección estética de utilizar la hoz y el martillo dentro del cartel estilizado original. El cine, como gran parque de atracciones de las emociones, y su público prefieren el Anthony Hopkins de "El Silencio de los Inocentes" en su sublime papel de Hannibal Lecter, en lugar de esta mezcla entre documental y policial, con mensaje moral y caprichos de baja historiografía, ambientada en una Ucrania de colores lácteos y fríos.