LA MUERTE ACARICIA A MEDIANOCHE

Valentina es una top model a quien se le ofrece la oportunidad de probar un alucinógeno a cambio de una gran suma de dinero y un servicio anónimo en una famosa revista semanal. Durante el experimento, bajo los efectos de la euforia, Valentina presencia, desde la ventana de su apartamento, un cruel asesinato. Cuando la revista que contiene el servicio se distribuye en los quioscos, Valentina se da cuenta de que el periodista no ha cumplido su palabra y su rostro, así como su nombre, aparecen claramente en las páginas impresas. Así, la chica es convocada por la policía para obtener más información sobre el presunto asesinato que parece haber ocurrido, no esa noche, sino hace seis meses. A partir de ese momento, Valentina comenzará a investigar el asesinato, pero al mismo tiempo, el asesino intentará eliminarla. Segunda prueba en el campo del "spaghetti-thriller" del productor Luciano Ercoli, que, después del buen éxito obtenido con "La muerte camina con tacones altos", lo intenta al año siguiente con "La muerte acaricia a medianoche". El reparto es casi completamente reciclado del thriller anterior, comenzando por los protagonistas Susan Scott y Simon Andreu, actores de buen oficio y perfectamente integrados en sus papeles, aunque se puede encontrar cierta dificultad en ver a la bella Susan Scott en el papel de una modelo de solo 28 años. En comparación con "La muerte camina con tacones altos", en esta película disminuyen los elementos eróticos y, en cambio, aumentan las escenas de violencia sangrienta, muy queridas por la tradición del thriller italiano; en este caso, el arma que caracteriza los momentos de violencia está representada por un guante espinoso de armadura medieval que recuerda de cerca al ya visto en un asesinato del clásico de Bava "6 mujeres para el asesino". La historia de "La muerte acaricia a medianoche" resulta, bajo varios aspectos, bastante original y envolvente, gracias a algunos elementos inusuales para el género (el recurso de la droga que otorga capacidades de clarividencia; el rostro del asesino claramente visible desde el principio), a la contaminación con otros géneros muy italianos (sketches de comedia y un final al estilo poliziottesco) y a la buena caracterización de todos los personajes, desde los protagonistas hasta los secundarios. También en este caso se puede constatar una pequeña caída de ritmo en la segunda parte de la película, que, sin aligerar la visión, da un sentido de cansancio a toda la historia. Sin embargo, "La muerte acaricia a medianoche" aparece como un sólido thriller que sin duda debe verse para los aficionados a la tradición italiana, aunque las comparaciones con otros títulos de directores más ilustres pueden resultar embarazosas. Superior al anterior thriller de Ercoli, pero conforme al estándar de tantos otros productos italianos de los años 70. La puntuación ha sido redondeada por exceso.