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Roberto Giacomelli
•Nicole es la hija de un famoso ladrón, autor del robo de una gran fortuna en diamantes, asesinado misteriosamente en un tren. La chica, después de mudarse a París con su novio y comenzar su carrera como bailarina en clubes nocturnos, comienza a recibir amenazas de un hombre misterioso con el rostro cubierto por un pasamontañas y ojos azules, hasta que una noche, después de ser agredida en su habitación y correr a casa de su novio, Nicole descubre en el baño del hombre un par de lentes de contacto azules. Terrorizada y segura de que su perseguidor no es otro que su novio, Nicole decide aceptar la propuesta de un admirador y mudarse con él a Inglaterra. Los días pasan tranquilos, Nicole se hace una nueva vida y justo cuando está a punto de casarse con el hombre que la ha salvado, el peligro vuelve a perseguirla.
En su carrera cinematográfica, el productor apreciado Luciano Ercoli también se ha dedicado al thriller; con precisión el llamado "spaghetti-thriller" que se popularizó en Italia a principios de los años 70 gracias a las innovadoras películas de Mario Bava y Dario Argento. "La muerte camina con tacones altos" es el primer acercamiento de Ercoli al thriller, pero se trata de un thriller anticonvencional, porque, en lugar de basarse en las ya típicas atmósferas argentinas, se inspira más en el giallo de tradición anglosajona, poniendo en escena una intrincada historia de intrigas, robos, celos y despistes, dejando muy en segundo plano el aspecto sensacionalista y violento, tan querido por la tradición italiana. Algunos vínculos con la tradición local son proporcionados esencialmente por el aspecto erótico de la historia, bastante acentuado y reconducible a las exigencias del mercado que imponían la inclusión de connotaciones sexys después del éxito de películas anteriores que lanzaron al Olimpo de las estrellas a algunas actrices que luego se perdieron en el mar de los géneros.
"La muerte camina con tacones altos" tiene una estructura anómala para un thriller: comienza adentrándose inmediatamente en el giallo de espionaje, con robo, asesinato y búsqueda del botín. Luego se proporciona una solución parcial al caso, que conduce a un aparente retorno al equilibrio narrativo y emocional de los personajes; hasta el total desconcierto del espectador mediante un recurso inesperado que lleva al cambio de perspectiva sobre toda la historia. El inicio de la película, por lo tanto, puede resultar poco atractivo y conocido, pero gracias a algunas buenas ideas del guion, se logra dar un giro bastante interesante y original a la historia, aunque luego todo termina de manera convencional y bastante predecible.
El reparto está compuesto por una serie de buenos actores entre los que destacan especialmente Susan Scott ("Los chicos del matadero"; "La muerte acaricia a medianoche"), en el papel de Nicole, Simon Andrei ("La muerte acaricia a medianoche"; "Ojos de cristal") en el papel de Michel y Frank Wolff ("C'era una volta il west"; "La muerte se remonta a anoche") en el papel del Dr. Robert Matthews.
"La muerte camina con tacones altos" es, por lo tanto, un giallo que se deja ver pero no ofrece motivos para ser recordado: por un lado, involucra en el desarrollo de la historia y es ennoblecido por una sólida dirección y un buen reparto, pero por otro lado, decepciona por algunas banalidades narrativas, por un ritmo alterno y por la total ausencia de escenas fuertes.