HELL'S FEVER

Un grupo heterogéneo de criminales roba un millón de euros de las arcas de una universidad de una capital europea no bien especificada y luego huye hacia los bosques nevados para encontrarse con un cómplice que debe proporcionarle un medio para alejarse y deshacerse de las pruebas. Sin embargo, no todo sale como se espera y durante el robo se mata a un guardia. Perseguidos por la policía como asesinos y no solo como atracadores, los seis criminales se refugian en una mina abandonada; aquí saldrán a la luz las tensiones internas del grupo y además, un peligroso y misterioso animal escapado de un centro de investigación veterinaria, deambula por los bosques. ¿Recuerdan esas películas abominables que se producían en Italia en los años 80 que, para vender mejor el producto, recurrían a intentos insulsos de vincular el título al nombre de un autor consagrado que no tenía nada que ver con la película o engañar al espectador con títulos astutos y carteles copiados de películas americanas? Si alguien se preguntara si aún hoy en día es posible alcanzar niveles similares en Italia, una respuesta afirmativa la encontraría en "Hell's Fever", la última "obra maestra" de Alessandro Perrella, distribuida directamente en DVD. Si ya el empaque dice mucho, ya que el título (que, por cierto, no tiene nada que ver con la película) podría recordar al ingenuo espectador la divertida "Cabin Fever" de Eli Roth y el cartel del DVD roba inexplicablemente la imagen del cartel de "11:14", el contenido es aún peor. Nos encontramos ante un producto pésimo en todos los aspectos. La historia es un mal logrado mezcla entre el cine de crimen y el cine de bestias; toda la trama sigue las improbables hazañas de algunos criminales ridículos y torpes y de vez en cuando se inserta algún diálogo entre veterinarios y guardabosques que discuten sobre una peligrosísima bestia hidrófoba, una bestia que nunca veremos (también porque es completamente ajena a la trama) hasta el ridículo final en el que se mostrará como un inocuo perrito que se limita a ladrar a un auto. Pero "Hell's Fever" no es solo un pastiche narrativo sin igual, en el que los personajes (todos adultos) se comportan como adolescentes retrasados y algunas soluciones de guion parecen improvisadas por el payaso Sbirulino (el cadáver que se sostiene sobre su brazo apoyado en la barbilla lo gana todo), sino que también está mal dirigido e interpretado. La dirección se confía al vacío, Perrella (que en el pasado ha dirigido mayormente películas porno) no hace más que filmar de manera totalmente desapegada y anónima lo que ocurre en la escena, sin añadir un mínimo de personalidad; los actores, luego, además de estar mal dirigidos son totalmente incapaces y totalmente inadecuados para el papel que se les ha asignado. Un equipo de ladronzuelos tan improbables que hacen parecer al trío Villaggio-Banfi-Boldi de "Scuola di Ladri" unos verdaderos profesionales. Un mal combinado grupo de criminales que ve como líderes a dos cabezas calientes que no hacen más que pelear durante toda la película sobre quién debe llevar el maletín con el dinero; dos mujeres de las cuales una jovencita de rostro candido (vista en numerosos anuncios publicitarios) que poco se adapta al papel y una poco atractiva diabética corpulenta; un muchacho al que se le confían los diálogos más tontos, que se divierte en asustar a sus cómplices justo después de que dos miembros del grupo hayan sido masacrados, todo el dinero se ha perdido y hay una mano cortada en el suelo; un tipo de color desorientado que pronuncia las clásicas frases de tipo de color de película americana; un energúmeno que, además de haberse enamorado de la cotorra, se pasea con dos liebres muertas alrededor del cuello. En fin, un desastre total, acentuado por una actuación amateur de un grupo de perfectos desconocidos. De vez en cuando se inserta un poco de splatter, a menudo fuera de lugar, utilizando efectos especiales claramente falsos y mal hechos. "Hell's Fever" es, por lo tanto, una de esas películas que, seguramente inconscientemente, reviven los fastos del horror malo, pero tan malo que parece absurdo que alguien haya gastado dinero para hacerlo, característica frecuente en diversas producciones nacionales de hace veinte años.