MIMIC 3

Marvin es un chico que sobrevivió al mal de Strikler, una enfermedad causada por cucarachas que estalló entre los niños neoyorquinos a mediados de los años 90; una enfermedad luego erradicada gracias a la intervención de los Judas, una raza de cucarachas creadas en laboratorio capaces de matar a los insectos portadores sanos y crear un antídoto. Como se sabe, el proyecto Judas, aunque fue un éxito para erradicar la enfermedad, fue un experimento fallido porque dio origen a una raza de cucarachas gigantes feroces capaces de imitar el aspecto humano. Marvin es hipersensible y, por lo tanto, condenado a pasar días enteros en el ambiente aséptico de su pequeña habitación, desde donde observa y fotografía continuamente todo lo que ocurre en la calle y en el edificio de enfrente. Pero un día, presencia casualmente un asesinato, cuyo autor parece tener muy poco de humano… La saga iniciada hace diez años por Guillermo Del Toro con la excelente "Mimic" ha llegado ahora a su tercer capítulo; después de pasar por un mediocre segundo film, bastante carente en cuanto a originalidad, nos encontramos con este "Mimic 3 – Sentinel", que no solo es muy superior al capítulo anterior, sino que se eleva con fuerza por encima de la mayoría de las producciones para el solo mercado del home video, circuito al que pertenece esta película. En efecto, no podríamos haber esperado mucho de un n°3 de una saga que parecía haberlo dicho todo con el primer capítulo, y aún menos si se consideraba la distribución doméstica a la que la película estaba destinada; sin embargo, "Mimic 3" aparece como un producto válido en todos los aspectos. Se parte de una idea bastante original para el género fantástico de terror, es decir, centrar toda la historia en el personaje perturbado de Marvin y mostrar todo a través del objetivo de su cámara fotográfica, ocultando durante la mayor parte de la película lo que ocurre más allá de su alcance visual; por lo tanto, no hay cucarachas gigantes durante gran parte de la duración de la película, sino solo su letal presencia que actúa fuera de campo sobre el destino de los habitantes del barrio, ajenos al horror que se mueve bajo sus pies. La acción se concentra eficazmente en los últimos veinte minutos, cuando entran en acción los Judas, claramente visibles para el espectador en toda su inquietante fisicidad, y ofrecen también a los fans del terror algunas buenas escenas cargadas de gore. Al centrarse, por lo tanto, en el aspecto psicológico de la historia, también hay tiempo para un buen desarrollo de los personajes principales: Marvin aparece como un inadaptado, obligado a vivir en aislamiento y, por lo tanto, a construirse un pequeño mundo dentro de su habitación, gracias a su afición por la fotografía que le permite reconstruir todo el barrio en la pared de su habitación, cada apartamento, acompañado de fichas y detalles sobre los respectivos inquilinos. Un clásico voyeur que, al no tener vida social, busca apropiarse de la de los demás; hasta que un evento trágico, del que es testigo involuntario, lo transforma en un nuevo James Stewart, obligado a enfrentar una amenaza no humana gracias a la cual, irónicamente, había sobrevivido a su enfermedad. El director J.T. Petty, con pocas películas en su haber y una buena experiencia en el mundo de los videojuegos, logra dar un toque de personalidad a la película, gracias sobre todo al uso de planos cuidadosamente seleccionados que explotan el efecto objetivo, quizás un poco demasiado abusado. La fotografía de Alexandru Sterian contribuye luego a dar a todo un buen efecto de extrañeza y rareza gracias a la alternancia de claroscuros. El reparto está formado por dos veteranos como Lance Henriksen ("Aliens - El regreso"; "Alien vs. Predator") y Amanda Plummer ("Pulp Fiction"), que apoyan a los jóvenes Karl Geary ("Hamlet 2000") y Alexis Dziena ("Broken Flowers" y la serie "Invasion"). Un poco demasiado corta la duración (se alcanza a duras penas una hora y diez minutos de película), especialmente si se compara con el contenido de la historia, pero en general "Mimic 3 – Sentinel" es un buen sequel que se eleva con orgullo por encima de los estándares de un producto para el home video.