RG
Roberto Giacomelli
•Un grupo de espeleólogos decide adentrarse en una red de cuevas nunca exploradas por el hombre en el corazón de Kazajistán, seguido por un escritor que documentará todo con un informe que podría convertirse en un best-seller. Pero tan pronto como los chicos ponen el pie entre las rocas, algo los atrapa allí abajo obstruyendo el paso por el que entraron y cortando su contacto con el exterior: ahora el único objetivo es sobrevivir a la criatura que merodea por las cuevas.
Es para quedarse atónito ante tanta incompetencia que reside detrás de "The Cavern", el último mal producto que los distribuidores han reservado en nuestro mercado directamente para el vídeo. El debutante de nombre astruso Olatunde Osunsanmi se ocupa al 360° de la película escribiéndola, montándola, dirigiéndola y produciéndola, el problema es que no cumple adecuadamente ninguno de los trabajos que se ha asignado!
"The Cavern" es una obra descarada de imitación que sigue a grandes rasgos "The Descent – Descenso en la oscuridad" y "El escondite del diablo", ambos de 2005, año que curiosamente también pertenece a la película de Osunsanmi. Pero el misterio sobre la contemporaneidad de las obras se revela pronto:
cuando una compañía de producción anuncia una película que se anuncia como un buen éxito comercial, siempre hay alguien que corre a la emulación preventiva, tomando los elementos básicos de la trama ya conocida, ubicaciones similares y un título que de alguna manera recuerde a la obra mainstream; en este caso "The Cavern" nace probablemente como un clon pobre de "El escondite del diablo", que en su versión original se titula significativamente "The Cave" (teniendo en cuenta que ambos fueron luego distribuidos por Sony Pictures).
Pero volvamos al bonito lío hecho por Osunsanmi.
"The Cavern" junta todos, pero todos, los elementos que ya hemos visto expuestos de manera bastante convincente en las películas que le son contemporáneas, el problema es que el guión no logra amalgamarlos y no desarrolla adecuadamente nada. Los personajes son poco incisivos y nada caracterizados, marionetas
en manos del destino, listas para salir de escena sin que al espectador le importe algo; el único de ellos en el que se pone un mínimo de construcción psicológica es el líder del grupo, un estereotipado y nada expresivo Mustafa Shakir (las series de televisión "Dr. House" y "Cold Case") con tanto de aburrido trauma a sus espaldas. Por lo demás no se intenta ni siquiera dar personalidad a los demás, sino que se echa aquí y allá alguna pelea y algún remordimiento solo para alargar la sopa. Los diálogos son la apoteosis de lo trillado y del "no sé realmente qué hacerles decir", con frases tomadas al azar de cualquier edición del "Gran Hermano" televisivo.
Osunsanmi muestra que conoce principalmente la televisión y su dirección parece plana y sosa como la de los telefilmes americanos de los primeros años '90. Su único terrible toque de personalidad es la confusión total: para crear estrépito y patetismo el director sacude la cámara de un lado a otro, la invierte, desenfoca y el juego está hecho. El resultado es simplemente
frustrante. Si añadimos también una fotografía horriblemente retocada que carga los colores hasta el punto de hacerlos molestos a la vista, el daño está completo.
Hay que decir además que la película está realizada en economía, con un presupuesto de 150.000 dólares, lo que no permite tener efectos especiales demasiado complejos, hasta el punto de que el expediente adoptado para la "criatura" resuelve algunos problemas de presupuesto pero parece también altamente ilógico para la coherencia de la historia.
Hombre avisado…
