SLEEPY HOLLOW (EL JINETE SIN CABEZA)

Siglo XVIII: el pequeño pueblo de Sleepy Hollow está conmocionado por una serie de horrendos asesinatos, cuyas víctimas son encontradas todas decapitadas. Ichabod Crane, un joven investigador excéntrico y muy meticuloso, es enviado al lugar. Tan pronto como llega al pueblo, Crane comienza a interrogar a los aterrorizados habitantes, quienes están convencidos de que el culpable de los crímenes es un misterioso jinete sin cabeza. Al principio, el investigador no quiere dar crédito a las extrañas historias de los aldeanos, pero pronto cambia de opinión y se une a ellos en la caza del enigmático jinete... El excéntrico Tim Burton dirige aquí un cuento oscuro, un horror-fantasía con toques de ironía, que busca rendir homenaje a las viejas películas de terror de los años sesenta. No es casualidad que en la película haya una breve aparición del legendario Christopher Lee. Desde las primeras secuencias, queda claro que la película de Burton es un éxito: los ambientes y las escenografías están cuidados y recreados con gran detalle, la historia, suspendida entre el misterio detectivesco y lo sobrenatural, es intrigante y original, y los efectos especiales son de gran nivel, siempre al servicio de la trama y sin volverse abrumadores. También son admirables los intérpretes, todos perfectamente adecuados a sus papeles: desde el inseguro y excéntrico investigador interpretado por Johnny Depp (uno de los actores favoritos de Burton, con quien ya había trabajado en varias películas) hasta el misterioso y aterrador Jinete sin Cabeza interpretado por Christopher Walken. Una película atemporal que solo el talento visionario y peculiar de Tim Burton podía realizar. Recomendado.